Informal, artístico y funcional
Campari nos encomendó que sus nuevas oficinas, además de dar respuesta a la nueva dinámica de la empresa, pudiera expresar el espíritu del grupo, su contemporaneidad, frescura, audacia pero sobre todo su estilo e historia.
Para alcanzar este objetivo, se trabajó el concepto de diseño desde el inicio junto a las áreas de Recursos Humanos y Marketing de la empresa, para responder a los requerimientos de todos los sectores y estar alineados con todas las nuevas campañas sin identificarse con una marca en particular.
Nuestra intención era lograr un espacio de trabajo muy funcional, abierto, sin jerarquías, que promoviera el trabajo en equipo y el encuentro. Queríamos espacios abiertos de trabajo y una variada propuesta de espacios comunes colaborativos y de concentración individual.
El proyecto se organizó a partir del gran bar comedor, con la barra como protagonista, dentro de un espacio flexible donde se integran el bar, el comedor y una cocina.
La barra es la verdadera recepción y punto de encuentro, donde es posible llevar a un invitado, preparar un trago, trabajar, tener reuniones informales y hasta en ocasiones, organizar eventos.
El sector del comedor se organiza a partir de mesas rectangulares que se unen para almuerzos en grupo. Se propuso un espacio de materiales nobles y simples: piso de madera natural, revestimientos y tapizados blancos y muebles de madera, donde el color solo lo aportan las botellas de las marcas de la compañía.
Los espacios de trabajo privilegian las vistas y la entrada de luz natural, todas las áreas comparten un ambiente abierto donde se disponen las grandes mesas de trabajo. En los extremos se organizan las oficinas de directores y salas de reunión, de mucha transparencia, identificadas cada una con un trago especial y con sus instrucciones para prepararlo.
Alrededor del núcleo de servicios se disponen las áreas de apoyo: lockers, zonas de impresión, salas técnicas, guardarropas, boxes de concentración, y una gran sala de ventas planteada como una caja de vidrio rojo, color que está presente en todos los espacios.
Se eligieron tonos neutros y claros para paredes, carpinterías, mesas de trabajo, y losas, que se dejaron a la vista.
El contraste lo dan las alfombras en gris oscuro y el núcleo que sirve de base para el arte, a cargo de Elián Chali, diseñado para cada espacio en particular.
Los murales se realizaron in situ y sintetizan con sus líneas simples y dinámicas el flujo del trabajo de las oficinas.