Entre el pragmatismo y la poesía
EL ESTUDIO Una máquina productiva, eficiente y dinámica que no le tiene miedo al papel en blanco. Las claves de un equipo exitoso.
Las oficinas de BMA son un hervidero. Reuniones aquí y allí, gente que entra y sale con planos. Arquitectos que van y vienen. “Lo nuestro es un caos organizado”, sintetiza Rodolfo Miani mientras se juntan socios y asocia- dos para la nota. Dirigido por Martín Bodas, Rodolfo Miani, y Alejandro Anger desde 1989, el estudio cuenta con Fernando Alvariñas, Rodrigo Boscolo y Rubén Rodríguez como asociados y con Marín Freyre como director de proyectos. Sin embargo, la organización del estudio es absolutamente horizontal, cualidad que todos valoran en especial.
En una presentación para una obra compartida, el estudio de Norman Foster en Nueva York “bochó“la idea inicial de BMA. Emplazados en las oficinas, Bodas y Miani reelaboraron la propuesta y desarrollaron cinco opciones en el momento, una de las cuales funcionó. “Los estudios como el de Foster tienen una estructura muy verticalista y poca flexibilidad para cambiar sin consultar antes”, sostienen los argentinos. “Cuando trabajamos con el estudio de Jean Nouvel nadie tomaba una decisión sin consultarla con él”, dicen para explicar que ellos son más horizontales.
En BMA aseguran que dar respuestas rápidas es una de sus virtudes. Bodas admite que aprendió a trabajar con liquid paper en sus dibujos copiando la técnica de Horacio Torcello. “Podríamos llamar que nuestra forma de trabajo es una anarquía, pero organizada”, reafirma Bodas.
En ese frenesí de proyectos y realizaciones que los muestra sólidos y contentos, lo único que admiten como algo que falta en BMA es tiempo (Bodas), y dinero (agrega Miani). El gusto por la acción que muestra este estudio no esconde el alto grado de pragmatismo y organización que tiene. Sin embargo, existe un espacio para la poesía y la creación. Dos proyectos recientes muestran esa dualidad que cada vez está más presente en la producción del estudio.
En Miami, BMA está desarrollando la Aston Martin Residences con RAI. Una torre que se destaca por su perfil curvo, estriado y elegante forma esbelta.
“Mirando la ciudad de Miami, y su conexión directa con el mar, nos vino la imagen de las olas... el ondular del mar, sus líneas suaves ...”. Así explica Miani los principales
lineamientos que dispararon el proyecto en un comienzo.
Cómo crear una conexión entre la arquitectura, Miami y su costa fueron las primeras preguntas que se hicieron su proyectistas.
El resultado fue una torre que se recorta en el perfil en la ciudad con carácter propio, y si se quiere, hablando “en el mismo lenguaje del mar”. Es cierto que las líneas suaves del Aston Martin Residences remiten a la velocidad del viento (al mismo tiempo que recuerda una de las virtudes de la marca británica que inmortalizó James Bond), pero sus ondulaciones bien podrían ser una evocación del agua.
La metáfora, aseguran, “llevo casi directamente a la creación de este gran perfil en torre”. Los autores agregan que el edificio también “inspira como una vela en relación al mar, que recorta el sky line del down town de Miami hacia un encuentro con el viento y el mar”.
Así como la poesía de BMA encontró su lugar en Miami, la practicidad y la elegancia clásica acudieron a Puerto Madero.
The Link Towers son dos torres de viviendas de 32 niveles sobre el Dique 1 (en el Sur de la ciudad), con un zócalo comercial sobre la Av. Juana Manso. Las torres se están desarrollando con Vizora y Fernández Prieto Desarrollos Inmobiliarios. El proyecto se comparte con Fernández Prieto.
Si el edificio de Miami busca ser un estandarte de la conexión con el mar, las torres de Puerto Madero, que comparten un espacio verde,
LA POESIA ENCONTRO SU LUGAR EN MIAMI; LA ELEGANCIA CLASICA, EN PUERTO MADERO
se plantean como una experiencia para sus usuarios.
A las dos se llega a sendos accesos a través de una calle privada que conecta visualmente con Juana Manso y con el dique. Desde esta calle se accede a ambas torres a través de una situación de rotonda y drop off alrededor de una gran escultura metálica, que opera como centro de situación. “Al acercar las torres a los diques, se crea la sensación de estar sobre el agua y la perspectiva de los edificios desde Juana Manso toma mayor importancia”, afirman en la oficina.
Este espacio entre Juana Manso y las torres es capitalizado con un zócalo comercial que ofrece una serie de servicios poco comunes.
El sector está planificado para desarrollar áreas de uso con actividades que reflejen las formas actuales de vida tales como un espacio gourmet con cava de vinos y chef table, piletas de cocktail junto con una barra y sus respectivos livings exteriores para el relax y zona de brasero exterior.
Sin preocuparse por la imagen que dan, ni por las publicaciones y los premios, BMA demuestra día a día que está en condiciones de hacer todo. Pueden tocar un rock o un vals, todo eso no es más que pura música para sus oídos.
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