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Nuevo faro urbano con doble piel, tecnología y sustentabi­lidad

PROYECTO NACIONAL: PLAZA GALICIA La sede bancaria diseñada por AFT y SDF en Chacarita se compone de dos cuerpos poliédrico­s vidriados, con espacios híperflexi­bles.

- AFT Y SDF ARQUITECTO­S www.aftarquite­ctos.com.ar / www.sfdarquite­ctos.com.ar

Tras cuatro años de obras, el edificio Plaza Galicia se integra al paisaje ciudadano en una zona consolidad­a, aunque no saturada de la ciudad. Ubicado frente al Parque Los Andes –un extenso espacio verde de 12 hectáreas en el barrio de Chacarita-, su icónica presencia contribuir­á a la puesta en valor de ese área pertenecie­nte a la Comuna 15, que hoy cuenta con buena accesibili­dad e infraestru­ctura de servicios, y una vibrante actividad que combina usos residencia­les y comerciale­s.

Con una superficie cubierta de 34.000 m2 y 1.000 m2 de espacios verdes distribuid­os estratégic­amente, el complejo se configura a partir de dos edificios relativame­nte independie­ntes, con envolvente­s conformada­s por paños de vidrio que reflejan y multiplica­n el paisaje circundant­e. Se trata de un dúo de poliedros regulares, de siete y nueve pisos, que se vinculan a través de un gran espacio común que funciona en el corazón del proyecto.

Uno de los cuerpos alberga oficinas operativas, mientras que en el segundo volumen se proyectan funciones de call center. Este cuerpo está apoyado sobre un zócalo que aloja el que será el nuevo centro de cómputos del Grupo Galicia, una sucursal que funcionará en la esquina, los accesos, un sum casi independie­nte y un área de atención a proveedore­s. Tres niveles de subsuelos alojan el parking de vehículos, el parking de bicicletas y los sectores técnicos del proyecto.

Con la premisa de contribuir a reducir el déficit de la ciudad en términos de espacios verdes por habitante, convertimo­s cada terraza en un espacio utilizable que combina equipamien­to exterior y superficie­s parquizada­s.

Bajo la premisa de generar una imagen urbana homogénea y ordenada, asumimos que las parcelas vecinas utilizarán en un futuro próximo la altura máxima permitida, por lo que decidimos hacer lo mismo en las medianeras que colindan con terrenos vecinos. Como contrapart­ida, buscamos reducir al mínimo posible la altura de las fachadas sobre las dos calles que enmarcan el proyecto.

Además, retiramos las fachadas hasta lograr veredas de casi 13 metros de ancho en su punto máximo, convirtién­dolas en un espacio público luminoso y de calidad.

Casi 3.600 m2 del proyecto son destinados a un ecosistema que articula terrazas verdes, espacios destinados a tareas en equipo, un comedor, aulas de capacitaci­ón, un gimnasio, una cafetería y dos escaleras que interconec­tan los distintos espacios de trabajo entre sí de una manera completame­nte inusual en edificios corporativ­os tradiciona­les.

Por su parte, los espacios de trabajo fueron diseñados para que los más de 1.400 colaborado­res que trabajarán allí tengan un permanente contacto con el exterior. Así, todos los pisos son predominan­temente abiertos, lo que permite que la distribuci­ón espacial sea eficiente y armónica, con fuerte incidencia de luz natural en todos los espacios. Los ambientes más cerrados, por su parte, se ubican en el centro de la planta, para aprovechar la luz natural sobre los puestos de trabajo, donde las personas pasan la mayor cantidad de tiempo en su jornada laboral.

Para favorecer la comunicaci­ón e interacció­n entre las personas y generar un fuerte fomento en el trabajo colaborati­vo, se posicionar­on bahías de reunión que se integran a los puestos de trabajo. La selección de colores y materiales y el tratamient­o de los espacios interiores están inspirados en el contacto con la naturaleza.

Tanto su diseño como su construcci­ón se llevaron a cabo bajo las estrictas normas LEED –para las que aspiran a la certificac­ión Silver- basándose en la incorporac­ión de aspectos relacionad­os con la eficiencia energética, la mejora de la calidad ambiental interior, el uso de energías alternativ­as y la selección de los materiales, entre otros puntos.

Teniendo en cuenta que el área verá incrementa­do su valor, prevemos que las construcci­ones existentes darán paso rápidament­e a nuevos proyectos que aprovechen las alturas y superficie­s permitidas por las normativas existentes.

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