Argentina en Nueva York a través del diseño local
FERIA INTERNACIONAL Qué llevaron los diseñadores locales a la plataforma de innovaciones y tendencias Wanted Design, que se realizó la semana pasada en Nueva York.
El diseño argentino volvió a las ligas mayores. Después de la performance de abril, en el Salón del Mueble de Milán, la semana pasada mostró el adn local en Nueva York. En la plataforma de tendencias e innovaciones Wanted Design se vio una selección de mobiliario, iluminación, textiles y objetos de la mano de 13 diseñadores que tejieron redes colaborativas en función de insertarse en el mercado global y vincularse con compradores ( de la talla de Anthropologie, We Work y The Assemblage, entre otros). A esta feria, impulsada por el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (ver Gestión, pág. 27), los emprendedores llegan entrenados, capacitados para responder en términos comerciales y con los papeles en regla.
A tono con europeos o americanos, los argentinos también se juegan una carta fuerte y optimizan recursos para visibilizar sus productos. En Nueva York estuvieron El Espartano, Awanay, Sofía Willemoës, Matriarca, Mutan, Gace, Estudio Brana, Web Sarmiento, Finn, Julia Cerutti Joyas, Carro, The Dignanis y Helice. Guillermina Balsells y Silvina Cannito, de Carro, llevaron bolsos y accesorios urbanos. “Realizamos efectos portantes confeccionados con materiales alternativos. Mochilas, billeteras, contenedores fabricados con material vintage recuperado y una línea de fundas para proteger tecnología en material de media sombra”, dicen las diseñadoras, y califican la experiencia como “enriquecedora en todos los planos. Es una oportunidad enorme para darnos a conocer, un abanico de posibilidades que se abren. Se aprende, se toma conciencia y se inician infinidad de vínculos profesionales ”, concluyen.
Agostina Branchi se lució con sus hamacas de cuero “con riendas” y sus mantas de lana. “Es muy importante la constancia en la feria, se fortalecen las relaciones con clientes y medios”, asume la diseñadora, cuyas hamacas ambientaron el cierre del festival y se vendieron en la tienda.
“Participar es positivo, porque se genera un contacto directo con el mercado local y esa interacción mejora la evaluación de estrategias comerciales”, dicen Alejandra y María Teresa Sarmiento, de la firma Web Sarmiento. Con representación en Nueva York y Washington, las emprende-
Los 13 diseñadores argentinos que participaron en la feria Wanted Design tejieron redes colaborativas en función de conseguir su inserción en el mercado global y vincularse con compradores internacionales.
doras afianzaron vínculos y relaciones. “Entendimos mucho mejor cuál es nuestro nicho y compartimos experiencias positivas con el resto de la delegación”, dicen.
El valor agregado de los diseñadores locales fue el despliegue de materiales autóctonos (madera, lana y cuero) y distintas aplicaciones de reuso y reciclaje. Para Tamara Rachi, de Hélice (bolsos para ciclistas), fue su primera experiencia en una feria internacional. “Volvimos con mucho material para corregir y seguir creciendo. Nos reunimos con clientes como Tokyobike o Rapha y nos sirvió para reformular muchos aspectos, como la forma de contar nuestra historia”, señala Rachi. Sergio Fasani, de Mutan, destaca el contacto con la cooperativa de cartoneros Sure We Can. El estudio que recicla tapitas de plástico fue muy bienvenido en NY. Luisa Weber, de Matriarca, sorprendió a potenciales clientes con piezas en chaguar tejidas por la comunidad Wichi.
Wanted Design nació en 2011 con el fin de promover la circulación de manufacturas entre instituciones académicas, distribuidores, prensa y representantes de tiendas. Salir al ruedo, mostrar lo propio y romper el cascarón. De eso se trata participar y mostrarse en el exterior.