LA CASA ES MÁS QUE UNA CONSTRUCCIÓN
¿Qué opinás de las casas chinas que quieren importar? Por lo que vi no son casas, son departamentos desparramados por el terreno. La diferencia entre una casa y un departamento es que la casa tiene afuera. A la gente le encantan las casas porque tienen un patio, un jardín, un lugar para la parrilla. Esos proyectos son todo adentro, no tienen característica de casa. ¿Pero tienen un parque alrededor? Pero no está pensado, diseñado. El error parte de la idea muy generalizada de que una casa es un objeto construido. La casa es el encuentro de las personas y los lugares, no es lo uno ni lo otro solo. La casa se determina por el movimiento de la gente, los chicos que van al fondo a jugar, la señora que quiere plantar algo. Todas esas cosas hay que pensarlas antes. Si esos barrios de casas chinas se construyeran, en meses se convertirían en una gran villa miseria, desordenada y caótica. Y sería muy difícil rastrear la vivienda original porque la gente la transformaría buscando lo que la casa no le da: relación con el exterior, una habitación más, un lugar para un comercio. Todo se puede prever diseñando su crecimiento. Y no siempre crecer significa construir más, a veces es sólo cambiar algo. ¿El error es que esas casas responden a las costumbres chinas? No necesariamente, la idea de que una casa es una construcción está muy difundida. Es por eso que para ampliar su vivienda, la gente llama a un albañil, porque sabe de construcción. Los arquitectos a veces también nos equivocamos, dividimos la casa en zonas: privada, pública y de servicio. Y resulta que a la gente le encanta estar en la cocina que está en la “zona de servicio”. La casa es el traje de la familia. La familia engorda, tiene calor, adelgaza, crece, se achica y el traje tiene que cambiar.