Maestro de la innovación lúdica
El 17 de junio se cumplieron 110 años del nacimiento del arquitecto estadounidense que caracterizó el momento clásico de la modernidad. Su aporte junto a Ray Eames.
Quizás la silla más famosa y más copiada del mundo sea la que diseñó Charles Eames en 1950. Duplicada al infinito en madera, plástico o fibra de vidrio, uno de los hitos del diseñador y arquitecto estadounidense sigue más vivo que nunca.
Eames nació el 17 de junio de 1907, en Missouri. La ingeniería y la arquitectura, sus pasiones, se sumaron a una curiosidad innata, el gusto por la investigación y un espíritu lúdico que definió su repertorio creativo. Desde los primeros experimentos en la creación de muebles hasta su esencial cortometraje Powers of Ten, su trabajo impactó en la vida de la clase media estadounidense.
Junto con Ray Eames, su compañera y par a la hora de definir estrategias proyectuales, delinearon una modernidad disruptiva para la época. El uso de materiales industriales, la aplicación de la tecnología y el diseño de espacios con identidad propia los ubicaron entre los referentes más influyentes de la arquitectura y el diseño del siglo XX.
La silla Lounge Chair Wood (1956), diseñada con un contrachapado de madera, se convirtió en una pieza representativa del diseño del siglo XX.
La Casa Eames, por su parte, también logró convertirse en un clásico que no pierde vigencia. El sello distintivo de su vivienda: materiales no-
vedosos y una planta adaptable. Dos cualidades que ya habían sido delineadas en 1945 para el Programa Case Study House, una iniciativa que supervisó el diseño de 36 prototipos de vivienda económica.
En 2006+, la casa de la pareja de diseñadores fue designada Sitio Nacional Histórico por el Departamento del Interior de Estados Unidos. En la actualidad, allí funciona la Oficina Eames, un centro de investigación y divulgación dirigido por la hija y los nietos del matrimonio.
El aporte de los Eames no solo se enfocó en el embellecimiento y funcionalidad del hogar. Ya con los Estados Unidos involucrado en la Segunda Guerra Mundial, la pareja diseñó férulas para heridos en combate, fabricadas de madera contrachapada. De acuerdo con la biografía de Charles y Ray, publicada por el Design Museum de Londres, el éxito de estos accesorios médicos les permitió cambiar su taller a Santa Mónica. Estos aparatos fueron su primer diseño producido en gran escala, alcanzando, al final de la guerra, unas 150 mil unidades que llevaban la leyenda “Eames Process”.
Con técnicas similares, la parjea construiría desde sillas y mesas, hasta celosías, esculturas y juguetes.
Por caso, el Plywood Elephant (1945) es una leyenda entre los coleccionistas. Sólo se fabricaron dos prototipos que se exhibieron en el MOMA de Nueva York justo después de su fabricación. Hoy queda sólo un Plywood Elephant propiedad de la familia Eames. A Charles y Ray Eames les fascinaban los elefantes. En las fotos tomadas sobre la cultura india o el mundo del circo aparecen de manera reiterada ilustraciones de estos animales. El Plywood Elephant fue concebido, por un lado, para los niños y, por otro, fue diseñado como elemento escultural decorativo.
En 1949, Eames redactó un manifiesto para los estudiantes de UCLA, un listado de actitudes imprescindibles para el que se quiere dedicar al diseño: "Has una lista de libros. Desarrolla una curiosidad. Mira las cosas como si fuera la primera vez. Evita ideas preconcebidas y respuestas de fórmula. El arte no es algo que se aplica a tu trabajo, es la forma en que haces tu trabajo, el resultado de tu actitud hacia él. El diseño es un trabajo de tiempo completo. Es la forma en que ves la política, escuchas música, educas a tus niños. Ninguna oficina del mundo está buscando un gran genio creativo”. Eames dixit.
Consejos de Eames para los estudiantes: “Haz una lista de libros. Desarrolla una curiosidad. Mira las cosas como si fuera la primera vez...”