AMPLIACION, CAMBIO DE CARA Y FUERTES MEJORAS TECNICAS
Sanatorio Otamendi Miroli. Entres las mejoras edilicias, el centro médico amplió su sector de internación y reformó su fachada.
El departamento de arquitectura del Sanatorio Otamendi Miroli llevó adelante un programa de ampliación de su sector de internación con el fin de sumar 36 habitaciones, con un nuevo núcleo vertical y modificaciones en los accesos en planta baja. La obra se desarrolla sobre el estacionamiento lindero al sanatorio, vinculándose por el segundo y tercer piso. “Tres premisas guiaron nuestro proyecto - puntualizan los autores-: ni el estacionamiento ni el sanatorio debían dejar de funcionar; se proyectaría la menor cantidad de columnas en planta baja para no interferir en la circulación vehicular, y las habitaciones debían ponerse en funcionamiento en el menor tiempo posible”.
El programa adaptó la estructura al funcionamiento del sanatorio, dejando 8 metros de gálibo en la planta baja para la entrada de camiones de alto porte (gases médicos y residuos patogénicos) y las columnas mimetizadas con el estacionamiento, produciendo un efecto visual agradable.
Para la fachada se eligió la piel de vidrio, de modo de acompañar al edificio existente, sin sacarle protagonismo. El diseño de las ventanas se hizo respetando medidas y proporciones de las antiguas ventanas balcón de hierro.
Previo a la realización de las fundaciones, los departamentos de arquitectura e ingeniería trabajaron durante meses para llevar a cabo el proyecto. Para esto el departamento de obras, tuvo que relocalizar instalaciones auxiliares del Sanatorio como ser, vestuarios, oficinas administrativas y farmacia ubicadas en el subsuelo y planta baja.
Para las fundaciones como no se podía trabajar a cielo abierto porque estaba el estacionamiento en funcionamiento, se aprovechó el subsuelo desalojado con antelación y se eligió fundar con micropilotes, realizándose 140 en todo el subsuelo. Los cabezales se excavaron manualmente y solamente se realizó en la losa del estacionamiento (planta baja) pases del diámetro de la columna enhebrando la losa.
“Para la estructura sobre planta baja -puntualizan los autores- se generaron cuatro trenes de vigas de 35 metros de largo, 1,80 metros de altura y 1,40 metros de ancho, en tanto que el tramo con mayor luz libre entre columnas tiene 17 metros y en el mismo apean 2 columnas las cuales descargan el peso de los pisos superiores. La estructura se dejó prevista para la posibilidad de agregar cuatro pisos más al sanatorio”.
La distribución de las habitaciones está dada por un pasillo amplio para la circulación, maniobra de camillas y equipamiento hospitalario. Además de conducir a todas las instalaciones, este pasillo vincula las nuevas habitaciones con el sanatorio, para lo que fue necesario modificar la estructura original del Sanatorio y redistribuir habitaciones para no quitarle capacidad operativa. “Las habitaciones están en espejo a ambos lados del mismo -señalan los autores-, de modo de optimizar el espacio y su puesta en funcionamiento, ya que a medida que se terminaban con la estructura se levantaban las paredes, se equipaban y se entregaban para su uso inmediato”.
La estética de las habitaciones se hizo acorde al estilo del sanatorio y a las exigencias de este tipo de usos. Para los pisos se utilizaron baldosas vinílicas, tanto en los pasillos como dentro de las habitaciones, facilitando su limpieza y mantenimiento. “Previo a la entrega de las primeras habitaciones, se generó en la azotea la sala de máquinas y el montaje de los equipos de aire acondicionado. Por la envergadura de la obra se realizó un aumento de potencia a partir de una cámara con capacidad para tres transformadores”.