LAS TRABAS QUE DIFICULTAN LA INVERSIÓN
¿Cómo afecta el impuesto a las ganancias a los desarrolladores? En todos los ámbitos de la economía es importante que los balances reflejen la realidad en moneda constante. Si yo compré un bien a $ 100 el año pasado y dentro de 18 meses lo vendo a $200, eso no significa que gané el doble, sino que tuve que calcular el costo por el alza de precios. El 35% de ganancias se aplica sobre esa supuesta ganancia que en realidad no es tal, sino un intento de recuperar lo que tenía originalmente y que se llevó la inflación. Además, la construcción tiene un proceso más prolongado que lo habitual, de como mínimo dos o tres años. Generalmente, el arranque de la obra se hace con capital propio que queda dormido hasta que se termina de construir y recién cuando se escrituran las unidades entra el grueso del dinero y se recupera el capital y la utilidad. Quizás pasan tres años desde que se invierte hasta que se recupera el capital y se obtiene la ganancia. Hasta ese momento la cuenta es incierta. ¿Cuáles son las consecuencias? Esto lleva a invertir el menor capital posible y por lo tanto hacer la obra de una manera más riesgosa, a pura preventa. Y en el peor de los casos, a simplemente no hacerla; o de cada obra que se hace hay tres que se dejan de hacer por este motivo, porque los números no cierran. Si la rentabilidad de por sí es medio finita y encima te sacan el 35% de impuestos sobre el recupero del capital propio, entonces directamente muchos piensan en otro negocio. ¿Cuál es el reclamo de la AEV? Lo que pedimos es que el impuesto se aplique sobre la ganancia verdadera y no sobre un monto aparente que no contempla la inflación, que aunque está bajando, existe y se mantiene alta. Si esto sigue así no hay negocio que resista.