LA EXPANSIÓN DEL MOMA, SORPRENDENTE Y PROVOCATIVA
El nuevo diseño del museo neoyorquino otorga más espacio de exhibición y salas más flexibles. Elizabeth Diller, una de las cabezas de la intervención, la define como “un cruce entre arqueología y cirugía”.
El diseño final del proyecto de expansión de 400 millones de dólares del Museo de Arte Moderno es sorprendente y provocativo, menos por su aspecto que por su mensaje implícito: el MOMA no es moderno todavía. Bajo los nuevos planes, el museo se aleja de las galerías específicas de la disciplina que cuentan con artistas consagrados -muchos de ellos hombres de raza blanca- y va hacia enfoques más cronológicos y temáticos que incluyen formatos múltiples, así como más artistas de minorías y mujeres. Las autoridades del museo también quisieron actualizar y agilizar su edificio de Midtown Manhattan de una vez por todas, después de varias intervenciones a lo largo de los años. La más reciente - una reconfiguración de $ 858 millones, realizada en 2004 por el arquitecto japonés Yoshio Taniguchi – dio por resultado congestión y hacinamiento. El nuevo diseño otorga más espacio para las galerías de exhibición y cuenta con un lobby principal transformado; cambios físicos que, junto con el reexamen de las colecciones de arte y la diversidad, representan un esfuerzo para abrir el MOMA y romper los límites definidos por su fundador, Alfred Barr. “Es un replanteo de la concepción del museo en sus orígenes”, detalló Glenn Lowry, director del MOMA, en una entrevista. “Habíamos creado una narrativa para nosotros mismos que no permitió una lectura más amplia de nuestra propia colección, para incluir generosamente a artistas de muy diferentes extracciones”. Curatorialmente, este tipo de reconsideración ya se ha aplicado a exposiciones recientes como “Un impulso revolucionario: el auge de la vanguardia rusa”, que cubrió el período de la innovación artística entre 1912 y 1935 e incluyó proyectos en pintura, dibujo, impresiones, diseño gráfico y arquitectura. Con una mayor apertura, los arquitectos del proyecto -Diller Scofidio + Renfro en colaboración con Gensler- han diseñado un espacio expositivo, ampliado en un 30 por ciento, con una pila de galerías flexibles de diferentes alturas para acomodar diferentes tipos de muestras y diferentes medios. La primera fase de construcción, que comenzó en febrero de 2016, acaba de completarse. Se centró en la parte este del museo: allí se reconfiguraron casi 1400 metros cuadrados para crear dos galerías en el tercer piso; se añadió un nuevo lounge en el primer piso frente al jardín de esculturas; y se extendió la histórica escalera Bauhaus (utilizando los materiales originales como granito, vidrio y acero) hasta la planta baja para restaurar el acceso a las galerías del segundo piso. La renovación, que añade un 25 por ciento más de espacio público, incluye un área de guardarropas a nivel de la calle y mejora los baños y el Café 2, en el segundo piso, que ahora queda al lado de la nueva tienda de museo y de un bar exprés con visuales al jardín. La expansión general, incluyendo el lado oeste, que está en construcción, también requiere transformar el vestíbulo principal en un espacio de dos pisos, lleno de luz, con circulación más fácil, incluyendo una pasarela que une las nuevas galerías al lado este, ya reformado, del edificio. Estas nuevas galerías, una dedicada sala de proyectos y otra al diseño contemporáneo, estarán abiertas al público de forma gratuita (como el jardín de esculturas, con entrada libre desde 2013). También habrá un nuevo espacio de estudio para los medios de comunicación, las performances y el cine, y un salón del sexto piso con una terraza al aire libre frente a la calle 53 oeste. La tienda de objetos y libros de diseño se bajará un nivel y será visible desde la calle a través de una pared de vidrio. Las galerías existentes en la segunda, cuarta y quinta plantas eventualmente se expandirán hacia el oeste a través de 53W53, el rascacielos residencial diseñado por Jean Nouvel, que agrega 1068 metros cuadrados por piso. El MOMA aseguró que ha recaudado el dinero para cubrir la construcción (con la ayuda de una donación de $ 100 millones del magnate de los medios de comunicación David Geffen) y ahora se centra en su ejecución. A lo largo del proceso, el MOMA permanecerá abierto y continuará presentando exposiciones. Sólo se cerró la entrada del hall principal de la calle 53, y el público ingresa por el edificio Ronald y Jo Carole Lauder, al este. La renovación es menos sobre el gran gesto arquitectónico que se sobre hacer sentir al MOMA como un lugar más receptivo. “Lo llamo un cruce entre la arqueología y la cirugía”, detalló Elizabeth Diller, fundadora del estudio Diller Scofidio + Renfro. “No un hay lugar para señalar: “Eso es lo nuevo”. Lo nuevo está en todas partes.” El objetivo de la expansión es “ampliar y mejorar la calidad de nuestras galerías para que podamos mostrar más de nuestra colección de formas nuevas y diferentes”, explicó Lowry, “para proporcionar más espacio público y mejor circulación y, siempre que sea posible, conectar el museo con su entorno, para abrir aún más el museo a la calle “. Para conmemorar la apertura del MOMA completamente ampliado, en 2019 todo el museo estará dedicado a su propia colección. Pero este año la primera exposición, en una de las reinventadas galerías del tercer piso, es “Frank Lloyd Wright at 150: Unpacking the Archive”, que se inauguró el 12 de junio, en honor del 150 aniversario del nacimiento del arquitecto. La muestra sobre Wright incluye muebles, vajillas, pinturas y textiles, de acuerdo con lo que el presidente del museo, Jerry Speyer, dijo que era un enfoque evolutivo de la presentación del arte. “Es una mejor manera de mostrar arte. Tiene más sentido”.
Usando los mismos materiales, la histórica escalera Bauhaus se extendió hasta la planta baja para restaurar el acceso a las galerías del segundo piso.