CÓMO USAR LA ENERGÍA DE UN MODO RACIONAL EN EL HOGAR
Ahorro energético. Consejos para conservar el confort evitando al mismo tiempo el desperdicio de energía.
La energía no es un recurso renovable, por lo que es necesario un uso eficiente, entendiendo como tal aquel que nos permitirá cuidar los recursos naturales para poder así dejar una huella positiva para las próximas generaciones. En otros países se mantiene un régimen estricto de utilización doméstica de recursos naturales para garantizar su preservación.
En la Argentina, desde hace unos años, hay una creciente concientización social acerca del uso cuidadoso de la energía. El gas, el agua y la energía eléctrica son bienes valiosos y escasos en el mundo entero, nuestro país no es la excepción.
En este sentido, la variedad de los modelos de calefactor Eskabe incorpora un control termostático, que brinda máximo confort, simplicidad en la operación y un sustancial ahorro de gas. Este control permite elegir la temperatura ambiente y mantenerla constante, independientemente de las variaciones de la temperatura exterior.
La selección de la temperatura ambiente se realiza mediante una cómoda perilla selectora ubicada en el lateral del calefactor. Una vez seleccionada la temperatura, el calefactor funcionará automáticamente. De esta manera y sin intervención del usuario, se conseguirán temperaturas estables y se evitarán los recalentamientos excesivos del ambiente que suelen ocasionar los aparatos convencionales. Además, y como consecuencia de esto, también se evita el desperdicio de gas.
La temperatura de confort para los ocupantes de una vivienda varía entre los 20 y los 22 grados. Si esta temperatura se incrementa más allá de estos valores, no sólo se generan situaciones de incomodidad sino que las pérdidas de energía también se incrementan considerablemente.
De este modo, el desperdicio de gas se duplica: por un lado, se malgasta al calentar el ambiente más de lo requerido para el confort, pero por otra parte se incrementan las pérdidas de energía de la vivienda. Por eso es de destacar que los calefactores termostáticos permiten evitar ambos inconvenientes de forma automática y cómoda, ahorrando gas.
Otros consejos para lograr la mayor eficiencia energética son: calefaccionar sólo los ambientes en donde haya gente; usar el horno con moderación, utilizar burletes en puertas y ventanas, apagar el piloto del calefactor cuando no se use y usar la ducha un tiempo razonable, no superior a los 15 minutos.
La temperatura de confort para los ocupantes de una vivienda varía entre los 20 y los 22 grados, por lo que hay que evitar superar estas marcas.