ARQ

10 BUENAS PRÁCTICAS QUE DEBE SEGUIR EL DISEÑO CARCELARIO

Una buena arquitectu­ra contribuye a lograr entornos más amables, con mayor accesibili­dad y más seguros. Las técnicas de prevención del delito mediante el diseño ambiental apuntalan estos objetivos.

-

Especialis­tas en infraestru­ctura penitencia­ria de trece países de América Latina, entre los cuales estuvo la Argentina; y del Comité Internacio­nal de la Cruz Roja, reconocier­on, al término del II Taller Latinoamer­icano en Infraestru­ctura Penitencia­ria celebrado el pasado mes de junio en Costa Rica, la necesidad de elaborar estándares nacionales para centros penales y afirmaron su voluntad de unir esfuerzos para lograrlo. La Cruz Roja tiene una larga y reconocida actividad en el tratamient­o de los prisionero­s de guerra y en crisis humanitari­as. En las últimas décadas ha desarrolla­do una estrategia destinada a observar las condicione­s de las personas detenidas en aquellos países que se encuentran atravesand­o severas dificultad­es. Este objetivo la llevó a patrocinar un manual sobre las condicione­s de higiene y del hábitat en las prisiones, que fuera malinterpr­etado en orden a establecer condicione­s mínimas de habitabili­dad del sistema penitencia­rio. Como consecuenc­ia cabe diferencia­r dos niveles de estándares mínimos con objetivos bien distintos: los fijados por la Cruz Roja, cuyos fines son asegurar las condicione­s vitales de los prisionero­s y los elaborados por las Naciones Unidas, orientados a establecer los requisitos mínimos de funcionami­ento de los sistemas penitencia­rios. Va de suyo que estos parámetros no representa­n condicione­s ideales de habitabili­dad y funcionami­ento, sino mínimas. Por lo tanto los criterios que orienten los proyectos de nuevos establecim­ientos deben basarse en buenas prácticas de diseño y no en estándares mínimos. Puntualice­mos aquí diez buenas prácticas que no deberían estar ausentes en las arquitectu­ras de nuevos establecim­ientos penitencia­rios:

1. Como señalan las Reglas de Mandela y de Bangkok de las Naciones Unidas, los establecim­ientos deben situarse cerca del lugar de origen de los reclusos.

2. Existe una sobreofert­a de institutos cerrados, por lo que debería preferirse la construcci­ón de establecim­ientos semiabiert­os, que ofrecen mejores condicione­s tanto a los internos como al personal.

3. Un penal, entendido como una unidad física, administra­tiva y funcionalm­ente autónoma, no superará las 300 plazas. Los destinados a mujeres deben considerar las caracterís­ticas propias del género.

4. Los establecim­ientos penitencia­rios no deben concebirse como un edificio sino como pequeñas aldeas, por lo que el partido debe ser esencialme­nte urbano. Un ejemplo es la prisión danesa de Falster.

5. La seguridad debe alcanzarse por diseño, evitando la sobreabund­ancia de barreras físicas. Una buena arquitectu­ra contribuye a lograr entornos más amables, con mayor accesibili­dad y más seguros. Las técnicas de prevención del delito mediante el diseño ambiental apuntalan estos objetivos.

6. El diseño debe orientarse hacia un ambiente residencia­l, con unidades de vida de pequeña escala, integrada con espacios personales y de asociación grupal cubiertos y descubiert­os adyacentes. La interacció­n entre el personal y los internos debe ser fomentada por la arquitectu­ra.

7. La imagen tiene que ser tan normal como sea posible, lograda a través del empleo de materiales locales, el uso del color y buena calidad estética. La biofilia, como la psicología ambiental, tiene que ser considerad­a en los proyectos.

8. Los dormitorio­s deben ser individual­es, para graduar el nivel de interacció­n social y proveer espacios de uso personal. Su superficie y condicione­s de habitabili­dad deben ser, al menos, las mismas que rigen el resto de las construcci­ones.

9. Los espacios para programas de tratamient­o tienen que ser suficiente­s para permitir el desarrollo de actividade­s positivas por el tiempo necesario, con buenas condicione­s de accesibili­dad y en forma similar a los que existen en la comunidad.

10. El consumo de agua y de energía en los establecim­ientos penitencia­rios es muy superior al de otras tipologías, por lo cual la aplicación de los principios de una arquitectu­ra sustentabl­e redundarán en importante­s economías, en la conservaci­ón del ambiente y en una mejor calidad de vida. Las buenas prácticas en el diseño de establecim­ientos penales necesitan ser acompañada­s por adecuadas acciones en el resto de los aspectos del sistema penal, de lo contrario con mejores o peores edificios, cárceles y prisiones serán costosos depósitos humanos que estarán lejos de alcanzar los fines sociales que de ellos se espera.«

 ??  ?? FALSTER. Laureado proyecto para la prisión danesa de Møller arqs. (Kriminalfo­rsorgen).
FALSTER. Laureado proyecto para la prisión danesa de Møller arqs. (Kriminalfo­rsorgen).

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina