UNA COMPAÑÍA DE PURA CEPA NACIONAL
Ascensores Ingeniero Guillemi. Con una historia que se remonta a 1934, la firma trabaja a nivel nacional e internacional.
El antecedente más lejano de la empresa Ascensores Ingeniero Guillemi se remonta a 1934. “En ese año, mi tío Osvaldo -cuenta Joaquín Guillemi, uno de los actuales socios de la firma- comenzó a desarrollar una actividad desde los más modestos escalones, como engrasador y reclamista de la histórica empresa francesa Roux Combaluzier, consagrándose simultáneamente al estudio”.
Ya recibido de ingeniero electromecánico, se independizó para prestar servicios de mantenimiento de ascensores por cuenta propia, en un comienzo a escala muy modesta, sin otro capital que su empeño irrenunciable. Según cuenta Joaquín Guillemi, “en 1957 Osvaldo se asoció con su hermano, el doctor Joaquín Guillemi, mi padre, quien había cursado la carrera de Ciencias Económicas y venía actuando en esa profesión como asesor de importantes industrias metalúrgicas, empresas del estado y en comisiones parlamentarias”.
El común denominador de los hermanos fue su vocación auténticamente argentina, su rechazo a todo tipo de demagogia y la austeridad. Desde entonces, el notable crecimiento de la empresa comenzó a manifestarse, renunciando a reiteradas y tentadoras ofertas de aportes de capital externo, llegando a constituirse en la única fábrica integrada de ascensores de l país. La marca Guillemi, instaladora de miles de ascensores en el país y en el exterior, es sostén de cientos de familias.
“En memoria de mi tío y mi padre, hemos decidido con mi esposa Andrea Liberti y mi hijo Nicolás, doctor en abogacía, reactivar la marca Ascensores Guillemi. Hoy en día, contamos con una planta de 4.000 m2 donde fabricamos la totalidad del equipamiento y continuamente desarrollando la tecnología de punta. Nuestra venta llega a todo el país con nuestros representantes en las distintas provincias y ciudades”.