TRABAJAR JUNTOS PERO NO AMONTONADOS
Retomando la idea del “hogar oficina”, la propuesta alienta el intercambio entre profesionales para evitar la soledad de los freelancers.
Las arquitectas María Ponce Quinteros, Marcela Rodríguez y Lorena Spinola diseñaron un espacio que promueve la tendencia de trabajar en casa junto a otros, ya sean amigos, colegas o profesionales de otras disciplinas. La propuesta, bautizada Hoffice, es definida por las proyectistas como “la evolución del home office” porque, si bien retoma la idea del hogar-oficina, por otro lado “alienta el intercambio y la inteligencia colectiva en lugar de trabajar en forma solitaria”. Explican, además, que para montar un Hoffice se puede aprovechar una habitación grande, un playroom o un espacio intermedio en una casa vieja reciclada.
En Hoffice “todo es flexible y todo se mueve”, describe Ponce Quinteros, ya que el espacio tiene la capacidad de transformarse según las necesidades de los usuarios. Eso es posible gracias a sus escritorios y bibliotecas que se deslizan suavemente por una guía para unirse o separarse entre sí y configurar distintas situaciones de trabajo: individual, de a dos o en grupo. Del mismo modo, en la biblioteca se dispusieron módulos de estantes de chapa, también deslizables, que permiten diseñar rincones personalizados para cada usuario. Esto incluye también la posibilidad de adherir imanes a los estantes o al fondo de la biblioteca.
Como a lo largo del día un mismo escritorio puede ser usado por distintos usuarios, junto al sector de relax se incluyó una columna de lockers con puertas de chapa. A su vez, unas bandejas se encastran como un cajón en el escritorio y pueden guardarse en los lockers al final del día.
También se definió una zona destinada al descanso y al relax en la pared opuesta a la biblioteca y los escritorios, con una tarima en dos niveles a modo de grada con puffs, almohadones y hasta una cama rebatible. “Allí es posible sentarse a leer, conversar, descansar e incluso dormir una siesta, aunque también alguien puede elegir usarlo para trabajar en forma más descontracturada con una notebook o tablet”, explica la proyectista.
Una kitchinette en una esquina sirve para tomar un refrigerio sin que se invada la cocina de la casa. Junto a ella, un deck con macetas contiene plantas filtrantes del aire (potus, bambú, helechos) que mantienen purificado el ambiente.
Se utilizó una paleta de colores “potente y muy dinámica”, tal como la define Ponce Quinteros. Explica que toda la caja muraria se pintó en Adorno Rupestre, el “color del año”; en el sector de escritorios se agregaron colores fuertes como el Rojo Torero, para incentivar la atención, y en la zona de relax se usaron otros más tenues para favorecer el descanso físico y mental.