TODO UN MUNDO QUE NECESITA DISEÑO
Sorprendente. Es la palabra que resume lo que se expone en el Design & Art Center en la Av. Córdoba al 3900. Por segunda vez, la Fundación Patagonia Flooring invitó a arquitectos e interioristas a equipar los 22 espacios de la sede. Los resultados fueron de gran impacto por el vuelo creativo de las propuestas. El espacio más lindo, para muchos, resultó ser el diseñado por María Garzón Maceda y José Luis Zacarías Otiñano. Un comedor que sus autores bautizaron “Inmaculada Abstracción Espacio Tarquini” y se llevó la Medalla de Plata. Es inmaculadamente blanco. Revestido, pared y techo, con 11 mil conos; con una gran mesa de 7,5 metros de largo y con el contrapunto que generaron con artefactos de iluminación realizados con grandes canastos artesanales. Si el más lindo y elegante, es “Inmaculada...” , sin duda el espacio más potente y arriesgado. Con él, Adriana Randazzo se llevó el 1° premio, la Medalla de Oro. Randazzo resolvió el problema que planteaba el acceso al local. Desplegó desde lo más alto una especie de cortina con tablas de madera y piedra que genera un espacio intermedio entre la calle, el acceso y el gran local. En el piso superior, ocupando toda la planta, hay otra construcción sorprendente y de excelente factura: el Auditorio Masisa (foto) que obtuvo la Medalla de Bronce. Lo diseñó la arquitecta Andrea Ciganotto y de alguna manera recuerda el Metropol Parasol, esa inmensa pérgola de madera que Jürgen Mayer construyó en Sevilla. Aquí, en su medida, los límites del espacio se desdibujan totalmente con una infinita sucesión de placas de madera cuidadosamente cortadas como para generar superficies curvas que hacen de pared, techo y asiento sin solución de continuidad. De estos temas de escala menor a los trabajos ganadores de los Premios Lafargeholcim Latinoamérica que hoy publicamos hay todo un mundo. Un mundo que necesita diseño. En el acto de premiación, Ángelo Bucci se alegró de que los temas de las infraestructuras, del paisaje y de los recursos ingresaran al campo de acción, de interés y preocupación de la arquitectura. Y nosotros, además, nos alegramos porque entre los trabajos ganadores en la categoría Next Generation hubo dos equipos de argentinos, ambos de la Universidad Nacional de Córdoba. El primer premio cordobés propone una gigantesca laguna de agua en la costa patagónica para generar energía mareomotriz, eólica, cultivo de algas y piscicultura, que a la vez podrá ser utilizada como recurso turístico. Otra de las virtudes de la propuesta es que no por mirar la gran escala o pensar el territorio elude las escalas menores, esas que ayudan a pensar en cómo se construirán, cómo se habitarán y cómo se disfrutarán estos lugares.