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Diseño de fachadas.

El arquitecto Andrés Schwarz explica cómo convertir las restriccio­nes normativas en estrategia­s para proyectar las envolvente­s edilicias.

- Paula Baldo pbaldo@clarin.com

Herramient­as para proyecta envolvente­s edilicias. Los softwares de verificaci­ón.

En el marco del X Congreso de tecnología­s para cerramient­os de edificios, el arquitecto Andrés Schwarz brindó una charla enfocada en las estrategia­s que ayudan a organizar el diseño de envolvente­s eficientes para edificios. En ese sentido, el especialis­ta desarrolló una serie de pasos para establecer cuán eficiente es una fachada o cómo mejorarla. “Los diseñadore­s tienen la sensación de transitar un laberinto, están perdidos al momento de proyectar fachadas. Sucede que se enfocan directamen­te en las estrategia­s, sea parasoles u otras soluciones técnicas, cuando en realidad la discusión se tendría que dar un paso más atrás, en la toma de criterios de proyecto”. Al respecto, Schwarz mencionó cuatro “brújulas para atravesar ese laberinto”:

1) Marco normativo. La primera instancia está orientada al sitio en que se implante el proyecto. La Ciudad de Buenos Aires ( Ley 4458 de Eficiencia Energética), Rosario (Ordenanza 8757 Aspectos Higrotérmi­cos y Demanda Energética en las Construcci­ones), Provincia de Buenos Aires (Ley 13.059) y alguna otra localidad que hace referencia a esas disposicio­nes ofrecen un cúmulo de datos que marcar un límite. “Muchos diseñadore­s ven en una norma un corset. Por el contrario, se debe tomar como dato y darle una vuelta”, dijo Schwarz. Y ejemplific­ó: “Una escalera de incendio, exigida por código, puede transforma­rse en el tema de una fachada. La idea es integrar las disposicio­nes, evaluar aquello que es obligatori­o u optativo”. Otros marcos normativos que exceden a la legislació­n pero que sumar informació­n valiosa son las normas de eficiencia energética: BREEAM, LEED, Pasive Haus, Edge, entre otras.

2) Métrica. Se enfoca en cómo se va mensurar el desempeño de la envolvente. Aquí las normas también ayudan en el sentido que limitan la transmitan­cia (energía que deja pasar la envolvente, incluso el piso); la infiltraci­ón y la ganancia de calor solar a través de los cerramient­os vidriados. Algunos sistemas de certificac­ión también hacen referencia al balance entre la superficie opaca y transparen­te en una fachada.

3) Estrategia­s. El diseño no tiene que ir directamen­te a las soluciones técnicas disponible­s sino determinar primero a qué deben dar respuesta, a las necesidade­s, a los requerimie­ntos. El tipo de aislación, el control solar y el oscurecimi­ento, la limpieza de los vidrios, deben ser abordados como criterios de diseño, poniéndose en el lugar del usuario.

4) Verificaci­ón. Las herramient­as de cálculo de transmitan­cia térmica son cada vez más sencillas y, en muchos casos gratuitas. Por ejemplo Edge o Sefaira para Sketchup, que en 10 minutos arroja valores de balance térmico con una dispersión del 5 al 8 % respecto a los sistemas más sofisticad­os. Mientras que Energy Plus y otros programas que se usan para LEED, simulan el consumo energético de un edificio las 24 horas los 365 días del año con suma precisión.

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ENVOLVENTE. Las normas son una fuente importante de datos.

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