JAPÓN: CRÓNICA DE UN VIAJE ALUCINANTE
¿Cómo surgió la idea de organizar un viaje a Japón para arquitectos? Desde hace más de 20 años organizo viajes académicos donde el viaje a Japón realizado en octubre pasado marca algo así como una madurez profesional para quienes deciden hacerlo. El deseo de conocer su cultura que se manifiesta en los rasgos de su arquitectura despojada y de líneas puras, en sus materiales tradicionales y naturales como el bambú y la madera y el hormigón a la vista, en otros. También de comprender cómo es la vida en ciudades que en algunos casos debieron ser reconstruidas debido a catástrofes o acciones bélicas, y donde la magnificencia da cabida a una gran densidad de población. Todo ello alimentó nuestro interés. ¿Qué impresiones les ha dejado esta experiencia? Las visitas a obras emblemáticas impuso una reflexión sobre esencia filosófica de las obras de arquitectura. Tal es el caso del Foro Internacional de Tokio, fruto de un concurso ganado por Rafael Viñoly hace 30 años, tal vigente como si se hubiera inaugurado ayer; de la Yokohama Internacional Terminal (foto), de FOA; o los edificios de la zona de Roppongi Hill, donde con alegría encontramos equipamiento urbano de la arquitecta argentina Diana Cabeza. También nos deslumbraron los locales comerciales de grandes marcas ubicados en la calle Omotesando, en Tokio. ¿Cómo se organiza la movilidad y el transporte público? Las redes incluyen bastas líneas de subtes y trenes de alta velocidad, precisos en sus horarios y con una clara señalización donde las estaciones y aeropuertos poseen un diseño arquitectónico a gran escala.