TODOS QUIEREN SER CASAS
Una vez más, el suple viene acompañado por una edición especial de MÁS ARQ. En esta oportunidad con una fantástica selección de casas argentinas ubicadas en distintas locaciones: urbanas, suburbanas, en la playa o en las sierras.
En la introducción, Miguel Jurado sintetiza algunos de los puntos en común que tienen estas construcciones. “Prismas de piedra, hormigón, madera o revoque. Grandes livings vidriados, cocinas integradas, escaleras escenográficas. Exteriores que penetran en los interiores. Piletas adheridas a las casas, amplios decks, y estancias para dar sentido a las reuniones al exterior...” Y continúa “Hemos creado un repertorio seguro, sólido, veraz en su constitución moderna. Nuestras casas son la cabal expresión de su época, una aspiración contemporánea satisfecha de sí misma.”
Sin duda, la casa actual ha construido un lenguaje casi propio, en el que -dentro de las generales de la ley por error y/o dogmatismo pareciera proscripto el techo inclinado.
No deja de ser significativo que este mismo lenguaje con su paleta de variaciones también ha colonizado a los PHS modernos, esta tipología urbana que casi por definición son departamentos que no se resignan a ser departamentos y quieren, a toda costa, ser casas. Y que hoy, además, están renovando el tejido conectivo y residencial de los barrios. Algo de esto sucede con el Edificio Acuña de Figueroa 1569 en el barrio porteño de Palermo. Un edificio de doble frente, de tan solo planta baja y cuatro pisos, donde predomina el hormigón. No hay una planta igual a la otra y todas las unidades gozan de mucho aire, luz, buenas vistas y generosas expansiones. La estructura está expuesta, es recurso expresivo y hace contrapunto con los paños de madera de quebracho, de vidrio o de chapa, todos en estado natural.
La desarrolladora Hormigaz pidió a sus arquitectos, los estudios Abramzom y ZZ Arq, que le den forma a su negocio. Les encargó un edificio cuyas partes y unidades pudieran ir definiéndose de acuerdo a la demanda de los compradores. Los proyectistas propusieron generar dos bloques con plantas libres y con solo algunas zonas fijas donde concentraron las áreas húmedas. Y con la llegada de los compradores fueron definiendo el proyecto. ¿El resultado? Un mix de “departamentos” que casi parecen casas. Y que constatan, una vez más que la arquitectura de calidad vende mejor.