CONCURSAR, UN DEPORTE SIN LÍMITES
Al igual que en los Clarín-sca 2015, los jurados no llegaron a un acuerdo en un orden de premiación, por lo que consideró ganadores a los tres proyectos
Los concursos de estudiantes se afianzan cada vez más en nuestro medio. Esto se debe a muchos factores: sirven para estimular y alentar a los participantes en la disciplina más allá de los trabajos obligatorios de grado. Y conforman un modo de ampliar y medirse con estudiantes de distintas universidades. Son evaluados por jurados que no estuvieron involucrados en el proceso de producción del ejercicio y, normalmente, son guiados por el simple deseo de participar y no por una obligación de cumplir con la cursada obligatoria de la carrera. Los resultados son siempre positivos: no sólo los que resultan ganadores, que son siempre los menos; todos se llevan un aprendizaje. Después de participar, es interesante y constructivo estudiar los trabajos expuestos, sacar conclusiones y reflexionar sobre lo presentado. Este es el comienzo de una autocorrección, con vías a una evolución en la producción propia. El vocablo concurso tiene muchas acepciones, interpretaciones y derivaciones. Porque, en realidad, se lo simplifica y se lo considera un certamen que muchas veces requiere de una producción propia y otras simplemente de la participación. Cuando se habla de un concurso de arquitectura o de diseño se piensa en la primera acepción, la otra es un simple sorteo donde sólo el azar manda. A los efectos de los concursos que nos atañen, se trata de cotejar la producción en términos de creatividad e innovación de autoría propia, inédita y mediante un sistema que garantice el anonimato en el momento de la evaluación, que luego será develada cuando los premios ya estén otorgados. Estos términos se mantienen a pesar de las indeterminaciones de estos tiempos, en donde la producción pasa por el difícil modo de desarrollar trabajos en formatos digitales en donde es muy fácil caer en el uso de archivos previos realizando mínimas adaptaciones, o sea, refritando un material existente. Para que esto no ocurra de un modo grosero, la evaluación de esta metodología debe comenzar por los mismos autores y terminar por los jurados. Al fin, esto también es un tema de ética. ¿Hasta dónde es lícito y genuino cada trabajo y hasta dónde es realmente inédito? A pesar de ello, las estrategias siempre están presentes a la hora de presentar un trabajo y mostrarlo de manera atractiva para que sea visto y valorado. En este punto, cuentan la expresión en el dibujo, las determinaciones de diseño y, fundamentalmente, la capacidad de entender el problema planteado por las bases o las consignas del ejercicio. Los concursos siempre dejan una enseñanza de vida, y aunque hayamos participado en muchos y creamos que ya vivimos todas las instancias posibles, cada vez surge una nueva experiencia a transitar. Quizás esta práctica haya sido el gran legado de Clorindo Testa para los jóvenes estudiantes: mantenerse vigente y activo. Este entusiasmo lo llevó a seguir produciendo arquitectura hasta los noventa años, un deporte sin límite de edad. tiendas, cafeterías, talleres y salas de exposición multiuso. En total, 7.515 m2 sumando áreas técnicas, subsuelos, muros y circulaciones.
Según el autor, “el proyecto de Mediateca de Buenos Aires (MDT-BA) responde al terreno a partir de un volumen simple que surge de una geometría envolvente. La morfología de esta pieza define la disposición de usos en el espacio y la apertura de estos teniendo en cuenta tanto factores internos como externos”.
La edificación, con una circulación lineal en el sentido longitudinal del terreno, se desarrolla de abajo hacia arriba. Mientras la planta baja contempla una zona permeable con sectores de libre acceso, el segundo piso ocupado por talleres y auditorios se destina al uso masivo. En el tercer y cuarto pisos se desarrolla el programa de la mediateca propiamente dicho, en tanto que el cierre de la medianera se ubica el paquete de servicios. Sobre la avenida se generó la apertura de la esquina, jerarquizan- do el acceso principal y creando un punto de encuentro e ingreso al edificio.
“En cuanto al parque -detalla el autor-, se organiza conformando tres situaciones claras bien definidas relacionadas directamente al armado y al funcionamiento de la mediateca: circulación, recreación y espacios verdes”. La envolvente edilicia o piel exterior está conformada por paneles de acero, fijos o móviles según el sector. Además de funcionar como protección solar, permite ventilar, iluminar u oscurecer cada área según la actividad que se realice.
El edificio responde a un esquema de plantas libres (por ejemplo, las salas de proyección y talleres se subdividen con paneles móviles unificando los espacios).
“La estructura independiente del edificio se desarrolla con hormigón postesado, lo que aumenta la capacidad y la resistencia, obteniéndose mayores luces, simplificándose encofrados de obra y reduciendo los tiempos de construcción, así como también la disminución de los costos. Los cerramientos verticales interiores y exteriores son no portantes y están resueltos con perfilería de acero galvanizado liviana, lo que redunda en un alivio de las cargas y la obtención de un óptimo rendimiento térmico y acústico”.
El jurado reconoció las virtudes de la MDT-BA por su fuerte “carácter expresivo resuelto con un juego potente de masa y transparencia que da
respuestas positivas a las situaciones contextuales del predio: avenida, esquina, plaza y continuidad del tejido”. La fuerza del tronco-copa La postergada economía regional de la zona del Delta fue el tema elegido por Nicolás Matteassi y Juan Gómez (FADAU-UM) para desarrollar su propuesta de Centro de Capacitación y Producción conformado por aulas talleres, sector de exposiciones, mirador, oficinas municipales y refugio ante posibles inundaciones. “Para desarrollar el conjunto -explican los autores-, nos inspiramos en la frondosa vegetación natural del sitio, integrando la nueva construcción con el entorno a partir de un vínculo entre agua y tierra. La fisonomía edilicia parte de la figura evocativa del tronco-copa, que en su geometría entrelaza el borde del río y el interior del terreno como si fueran ramas”.
El Centro de Capacitación se caracteriza por sus espacios dinámicos y recorridos profundos. “Entendemos a la utilización de materiales, tecnologías, colores y texturas como parte de una arquitectura de vanguardia, además de poner en consideración todos los aspectos de sustentabilidad y perdurabilidad”, señalan los autores.
La particular volumetría de los edificios se define a partir de plantas circulares de 8 y 12 metros de diámetro, desplegadas del suelo por encima de la cota inundable mediante un sistema de columnas y pórticos de madera. Así, las estructuras quedan ama
rradas a sectores de plateas de hormigón que definen la pisada.
“Aprovechando el uso de sistemas domotizados -puntualizan los proyectistas-, cada módulo busca la eficiencia energética a partir de un sistema regulable de rejillas para el control de la iluminación, la temperatura y la ventilación. Los edificios cuentan también con paneles solares en las cubiertas que se elevan y giran, siguiendo la trayectoria del Sol. Buscamos la relación interior-exterior permanente a través de sus ventanales pero cuidando sus posibilidades de cierre para control térmico interior”.
El proyecto cuenta con un sistema destinado al aprovechamiento de biogas, recolección de agua de lluvia para su reutilización (mediante un sistema de potabilización para consumo, riego y aseo).
“Partiendo de la metáfora troncocopa -destaca el Jurado en su fallo-, se arriba a una solución atinada en el entorno natural del Delta. De este criterio resulta una expresividad cuyo carácter arquitectónico reconoce la individualidad de las formas y su agrupamiento”.
Una recomendación final cierra el acta de valoración: “En general, se recomienda para próximas ediciones que tanto los trabajos que tomen el riesgo de explorar la utopía como aquellos que se concentren en situaciones de mínima arquitectura y baja tecnología, profundizar en lo esencial de los proyectos para dotarlos de un mayor rigor”.