Recuperar el patrimonio industrial para la educación
El ejercicio proyectual propone reciclar la estructura de una playa ferroviara en la ciudad de Campana para albergar una escuela de arquitectura trabajando sobre el concepto de la superposición de huellas.
Memoria descriptiva
“Cuando no se pretende hacer tabula rasa imponiendo un proyecto y se quiere desarrollar una sensibilidad hacia la realidad, la arquitectura no tiene más solución que ser crítica respecto del lugar y al programa”, Enric Miralles.
Implantado en el antiguo predio ferroviario de la Ciudad de Campana, ubicado entre el tejido consolidado de la Ciudad, la margen del Río Paraná y próximo a los asentamientos industriales; se propone proyectar una Facultad de Arquitectura que se apropia de las pre-existencias del territorio y su identidad cultural para establecer una nueva realidad poética y simbólica que se presente con el lugar.
En la propuesta arquitectónica, la composición se plantea como una estructura por momentos anclada en los galpones ferroviarios y por otros disgregada, pero siempre en relación con los mismos.
Esta operación posibilita la relación dinámica de los espacios de enseñanza con los patios abiertos propuestos, para articular el funcionamiento de las actividades institucionales y de esparcimiento y que posibilitan la expansión hacia rio y su identificación con el paisaje.
Trabajando sobre el concepto de palimpsesto histórico o superposición de huellas, se elaboró la intervención de un volumen elevado del cero e inserto en el centro mismo del predio, y que plantea nuevas estructuras espaciales que se desprenden de la cubierta, pero a la vez se articulan con sus cerchas, dando lugar a talleres y gradas exteriores que se ponen en relación con la apreciación del horizonte y el porvenir de la Ciudad y su Río.
Comentario docente
Comprender y mirar la propia cultura es una de las tareas más importantes que debe aprender un arquitecto. En el taller propiciamos ese “aprender a mirar lo propio”, para hacer nuestra “propia” interpretación, dialogar y pensar desde nuestra cultura arquitectónica local.
A través de esos procesos personales en donde el pensamiento irá aflorando. No como un a priori prefigurado, sino como un pensamiento encontrado. Parafraseando a Joseph Conrad : “Primero se crea la obra, y sólo después se reflexiona sobre ella.” Un Hacer—pensar, además con las manos. Hacer—pensar arquitectónico donde la mirada está puesta no sólo en el pasado, en lo que se conoce, en lo que aconteció, sino también en lo que es posible de ser pensado a futuro.
En Arquitectura 4 el trabajo estableció un diálogo entre el playón ferroviario, el tejido de la ciudad y el río. Para ello se pensó en un programa de Facultad de Arquitectura recuperando todo el predio para la ciudad a través de un campus universitario, orientado a carreras de tecnología, recordando además la fuerte tradición industrial de Campana, con empresas siderúrgicas y petroleras.
El ejercicio implicó un estudio del lenguaje arquitectónico, por medio del trabajo con referentes locales y otros de modo de encontrar una manera de apropiarse no sólo del sitio, sino también del material dado de la “alta cultura arquitectónica” que propiciamos conocer, como parte del trabajo académico del taller.
Ello implicó un estudio profundo de la materialidad del proyecto recreando las lógicas del lenguaje ladrillero y de las estructuras metálicas preexistentes. Este trabajo mereció una calificación de 10.