Una solución que acorta los tiempos para la venta
Un decreto del GCBA permite subdividir un inmueble y vender sus unidades en menos pasos. Bastará con la tercera inspección.
Finalmente llegó la respuesta a años de reclamos de distintos consejos profesionales: el de arquitectos, desde luego, pero también el de ingenieros y escribanos. El decreto 420 emitido a mediados de noviembre por el GCBA exime de la obligación de contar con el registro de final de obra para realizar la subdivisión del bien, una operación que llevaba varios años y demoraba la etapa de venta de las unidades.
La decisión implica una “vuelta a la legalidad”, según define la arquitecta Magdalena Eggers, especialista en normativa. “No es legal que no autoricen la subdivisión si los planos coinciden y el edificio ya está construido, porque esto significa que ya puede funcionar”, explica Eggers. En efecto, en el título V del Código Civil y Comercial se expresa que “el derecho de propiedad horizontal se determina en la unidad funcional, que consiste en pisos, departamentos, locales u otros espacios susceptibles de aprovechamiento por su naturaleza o destino, que tengan independencia funcional y comunicación con la vía pública, directamente o por un pasaje común”. Esto significa que mientras se compruebe el correcto funcionamiento del bien, éste está en condiciones de subdivirse y escriturar sus unidades.
El decreto 420 manifiesta expresamente que “la suscripción del acta de la tercera verificación implica una construcción con un estado de avance que permite la identificación de los locales y sus dimensiones; que eso permitirá proceder a la subdivisión en propiedad horizontal de los inmuebles y consiguientemente transmitir la titularidad de dominio de las diferentes unidades funcionales”.
Hace tres años la obligación de contar con la cuarta inspeccción y el registro de final de obra había empantanado los trámites al punto que un edificio podía pasar dos años terminado hasta que estaba autorizado a vender y escriturar los departamentos. La medida se tomó en aquel entonces debido a la cantidad de edificios que presentaban irregularidades: en ocasiones no se presentaba el final de obra, lo que traía muchas complicaciones a los propietarios.