Premio CMD.
Los primeros puestos de la distinción que pone en valor la originalidad en el diseño.
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Neuronas, glóbulos y cadenas de ADN fueron los disparadores para el diseño de los juegos del Parque de las Ciencias. Originales, funcionales y vinculados temáticamente al Centro Cultural de las Ciencias (C3), estos juegos se quedaron con el premio Gran Ganador, en la categoría Espacios, del Premio CMD. El certamen, que fomenta la producción nacional y pone en valor al sector, es anual y está organizado por el Centro Metropolitano de Diseño.
Así, el Premio CMD pone en evidencia el rol del diseño en la economía urbana. Los arquitectos Ramiro Gallardo y Max Zolkwer (Galpón Estudio) y los diseñadores industriales Valentín Cristiani y Diego Gonzalez King (Estudio Euforia) forman una sociedad multidisciplinar que trabaja en proyectos de espacio público, arquitectura, juegos y productos. A partir de la búsqueda, la experimentación y el cruce de disciplinas, los autores plantearon módulos que se complementan con el C3. “Proponen desde la forma un vínculo con distintas ramas de la ciencia como labiología, física y química. Cada juego fue pensado específicamente para ocupar ese sitio, por lo tanto, el proceso de fabricación fue artesanal. Se hizo un prototipo para cada estructura y se trabajó principalmente con hierro”, señalan los autores premiados. Diseñados en función del uso tradicional, la clave de estos juegos es que se pueden usar en modo intuitivo y son radicalmente distintos a cualquier otro juego de plaza. Desplegados sobre una huella hexagonal, proponen un cruce entre lo educativo y lo lúdico.
En la categoría Producto, la banqueta Miles, de Fernando Poggio, fue la elegida por el jurado (Analía Cervini, Hugo Kogan, Daniel Wolcowicz, Julio Oropel, Adrián Lebendiker). Según ponderaron, la banqueta propone una nueva visión vanguardista en el uso del aluminio fundido y anodi-
zado, reinventando la tipología en un objeto liviano y delicado, de líneas orgánicas y continuas. Puede configurarse íntegramente en aluminio o con un asiento de lenga que está mecanizado por medio de un proceso de CNC que permite una producción seriada de gran calidad y precisión. “La versión en aluminio utiliza solamente 3 matrices y procesos de unión por soldadura para transmitir el concepto de liviandad, resistencia y contraste”, explica el diseñador.
Por su parte, Juan Pablo Cambariere fue distinguido en la categoría Comunicación por la serie de tapas para la editorial Penguin Random House Grupo Editorial. El diseñador gráfico asumió el desafío de darle visibilidad a publicaciones de clásicos de la literatura nacional e internacional. Produjo todas las imágenes, íconos y realizó collages utilizando grabados antiguos. “Una apuesta plástica y conceptual que no busca la homogeneización de la colección sino que le brinda a cada libro un trato especial”, valoró el jurado.
El proyecto para chicos The Real Monster Show obtuvo el premio en la categoría Multimedia. Se trata de una licencia de entretenimiento infantil donde se utilizaron como personajes principales monstruos coloridos que rompen estereotipos. Liebrestudio generó una plataforma transmedia que abarca contenido audiovisual y gráfico, apps y juguetes.
“Un diseño estratégico es el camino para innovar en la cadena de valor de nuestras empresas y fortalecer la participación en los mercados”, concluyó Diego Radivoy, director general de Industrias Creativas del gobierno porteño. El premio CMD es otro eslabón en la plataforma de lanzamiento de los diseñadores argentinos.