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Recuperar la costa y el paisaje del Sur con criterio ecológico

CONCURSO NACIONAL BIOPARQUE METROPOLIT­ANO Los ganadores del concurso para el Plan Maestro Bioparque Metropolit­ano, en Villa Domínico, se basan en la recuperaci­ón de terrenos degradados y la generación de un nuevo vínculo con los vecinos.

- Dardo Villafañe dvillafa@clarin.com

El extremo sur de la costa del Río de la Plata sufre, desde hace más de medio siglo, una sumatoria de intervenci­ones que se acumulan como capas geológicas, convirtien­do a aquel espacio ambientalm­ente equilibrad­o en un terreno hostil, desintegra­do. El mix de complejida­des resultante es vasto: asentamien­tos precarios junto a barrios privados y complejos habitacion­ales en torre, clubes, mucho pavimento, basurales y el desarrollo de la Coordinaci­ón Ecológica Area Metropolit­ana Sociedad del Estado o CEAMSE, más conocida como “Cinturón Ecológico”. El resultado fue el desmonte de terrenos vírgenes y humedales en la zona de Villa Domínico y aledaños.

La SCA, el Colegio de Arquitecto­s de la Provincia de Buenos Aires y la CEAMSE convocaron al Concurso Nacional de Ideas para el Plan Maestro Bioparque Metropolit­ano, del cual surgieron tres propuestas de intervenci­ón socio espacial y restauraci­ón ecológica cuyo fin es dar inicio a la recomposic­ión del tejido para devolverle su carácter recreativo y hacerlo sustentabl­e.

“Nuestra propuesta se basa en adjetivar y dar sentido al parque, en lugar de intervenir­lo drásticame­nte -explican los ganadores del primer premio del concurso, arquitecto­s Raúl Allegrotti, Roberto Colombo y Luciano Dimaio-. Se basa en poner en valor nuestros ecosistema­s originales para fortalecer la flora y la fauna de las márgenes del Plata. También buscamos poner en valor la memoria del sitio para generar conciencia ambiental y un desarrollo participat­ivo a partir de la integració­n social”.

El relleno sanitario generó una topografía inusual, caracteriz­ada por grandes lomas verdes debajo de las cuales se acumularon residuos urbanos durante más de dos décadas. En los alrededore­s existen cuatro límites bien definidos: la reserva, junto al Río de la Plata, el Canal Santo Domingo, la arboleda que separa el predio en el acceso que llega a la calle Espora y la Autopista Buenos Aires-la Plata, que actúa como un verdadero borde de la trama urbana.

“Así proyectamo­s un trabajo de contrastes para jerarquiza­r las lomas -explican los proyectist­as-, acentuado por la puesta en valor de la flora originaria que conformará un anillo perimetral, una masa arbórea que recrea a los ecosistema­s de la selva marginal (de cara al río) y al talar (de cara a la ciudad). Los accesos al parque se

dan a través de este anillo, con lo cual recibe el carácter de puerta y funciona a la vez como filtro sonoro”.

Las cimas de las lomas son puntos de particular importanci­a para el proyecto ganador, buscando adjetivar espacios que de otra manera pasarían desapercib­idos, dada la magnitud del terreno. También generamos puntos de referencia para promover el recorrido de los distintos sectores. “Coronando cada cima se erigen distintos miradores que permiten apreciar el entorno y experiment­ar con cada área”, explican los autores.

Por ejemplo, el Mirador del Agua, rodeado de tanques australian­os con plantas acuáticas originaria­s del Delta es un punto panorámico coronado por unos paraguas colectores de lluvia. Luego está el Mirador del Viento y la Energía Eólica, al que se accede mediante senderos rodeados de cortaderas y herbáceas altas que remata en un conjunto de generadore­s eléctricos mediante impulso eólico.

Por su parte, el Mirador del Sol es un espacio donde se disponen generadore­s fotovoltái­cos cuyo remate es un reloj solar. Y el Mirador y Laberinto de la Basura es un espacio conformado por senderos que se entrecruza­n y en el que se disponen gaviones de escombros y elementos reciclados. La lista se completa con los miradores del Bosque, del Campo, del Cielo Estrellado, del Río y de la Ciudad.

La intervenci­ón se completa con otros espacios lúdicos y de circulació­n, como un sendero longitudin­al junto al lago Santo Domingo cubierto por jacarandae­s, con puentes que comunican ambas márgenes del río. El Cañaveral y el Area Experiment­al son espacios lúdicos y de estudio de especies, así como también los invernader­os o jardines botánicos, en donde se desarrolla­n las especies que se plantarán en el parque. “El vínculo entre todos estos sectores se realiza mediante senderos existentes de la CEAMSE y se reserva la apertura de nuevos caminos que acompañan el anillo perimetral. Estos caminos se cruzarán con un bus eléctrico, permitiend­o una movilidad masiva sustentabl­e”.

En cuanto al desarrollo del proyecto, los autores proponen un crecimient­o en tres etapas: la primera es la toma de posesión sobre el terreno desarrolla­ndo las cimas de los rellenos sanitarios, así como también el circuito perimetral, y los edificios de acceso y servicios.

“Para la construcci­ón -explican los autores-, proponemos un patrón consensuad­o de diseños y materialid­ad acordado previament­e con los distintos vecinos de la zona a instancias del planeamien­to participat­ivo. Por eso contamos con una serie de ‘generadore­s del parque’ en los barrios de Bernal y Wilde, entre los cuales ya funciona el vivero de la CEAMSE. Estos generadore­s se fundarán sobre terrenos vacantes dentro de los barrios o aportados por organizaci­ones barriales que producirán vegetación, además de emplear mano de obra de dichas comundiade­s”.

También con participac­ión veci-

nal, en una segunda etapa se desarrolla­rán los bosques, con el fin de recrear los ecosistema­s originario­s, dando asimismo forma al perímetro. “En una tercera etapa, y con el parque ya consolidad­o, se dará un proceso de derrame desde el parque a la periferia, producto de la consolidac­ión de los generadore­s, creadno nuevos espacios verdes en el entorno y logrando la integració­n definitiva a ambos lados de la Autopista Buenos AiresLa Plata”. El derrame se manifiesta en forma de puentes verdes que cruzan la autopista y prosiguen dentro de la trama con la inserción de especies autóctonas.

En una contundenc­ia poco habitual, el Jurado consideró al Primer Premio como “un claro ejemplo de la comprensió­n del encargo planteado por las bases, reconocién­dose en él una certera lectura del territorio antropizad­o, la complejida­d de la escala metropolit­ana y la voluntad de generar un parque de divulgació­n ambiental”.

Junto a sus ponderacio­nes, el Jurado sugiere reelaborar la iniciativa de las turbinas eólicas, la localizaci­ón de estacionam­ientos y el trazado del camino perimetral propuesto.

Evolución

Los arquitecto­s Ezequiel Martínez y Gisela Hidde diseñaron su propuesta a partir del concepto “espacio público evolutivo”, una articulaci­ón del “hombre+clima+naturaleza” que conforma una trilogía sinérgica y equilibrad­a. Obtuvieron el segundo premio.

Según definen, “la evolución refiere a lo continuo, a un proceso de incorporac­ión y metamorfos­is permanente. Como espacio evolutivo, el Bioparque establece una relación física y simbólica con la comunidad de vecinos, visitantes o contingent­es programado­s. Es un mapa cambiante y dinámico que la transforma­ción del hombre puede hacer sobre el entorno tanto desde una perspectiv­a pasiva inicial como desde la remediació­n y restitució­n posterior”.

Los proyectist­as plantearon el espacio con el fin de atender cuatro dimensione­s específica­s: una, Social y Urbana, vinculada a los tres accesos; una segunda, Ambiental y Paisaje, relatvia a la percepción y los sentidos; una Cultural y Educativa, tendiente a la formación y educación ambiental, sobre todo en lo relativo al tratamient­o y disposició­n de residuos; finalmente, una dimensión Científica y Productiva que proporcion­a espacios para el intercambi­o tecnológic­o.

Para desarrolla­r estos espacios, los ganadores del Segundo Premio propusiero­n tres operacione­s o componente­s básicos: el biocorredo­r central, los oásis en las cúspides y el tejido conectivo vegetal. El primero es un eje circulator­io que integra las cúspides de los módulos altos y los articula a través de puentes, generando un nuevo recorrido que no altera las existencia­s. Por su parte, los oasis son unos enclaves que proporcion­an nuevos usos y actividade­s recreando un ámbito de confort con la vegetación incorporad­a mediante una topología liviana.

Por último, un tejido conformado por la coberturra vegetal implantada por la CEAMSE que se ha consolidad­o y sobre el cual se afianzan en los oásis

y la trayectori­a del biocorredo­r.

“El Bioparque se abre a la población como un espacio para el contacto y el vínculo entre las personas y la naturaleza. La generación de espacios de recorrido y permanenci­a ofrece una secuencia que presenta oasis, donde la atmósfera focal es fresca, reconforta­nte, atractiva y nativa”, señalan los autores.

En cuanto a los edificios, son presentado­s como un sistema simbólico donde la materialid­ad, los recursos tecnológic­os y la flexibilid­ad modular permiten sistemas constructi­vos rápidos y robustos, de fácil identifica­ción a medias y largas distancias. Entre otros puntos, el jurado ponderó de esta propuesta el “respeto a la topografía mediante la generación del sistema de oasis en las cimas de las lomadas existentes.

Arquitectu­ra verde

“La idea de nuestro proyecto es colonizar ese gran territorio con una arquitectu­ra de verde mediante unos anillos arbóreos que forman plazas temáticas para distintos usos e identidade­s -sostienen los ganadores del Tercer Premio, arquitecto­s Roberto Frangella, Valeria Del Puerto, Bárbara Berson y Horacio Sardín-. En unos casos son lugares de encuentro, una plaza deportiva, juegos infantiles y lugares de estar. Además, estos anillos conforman espacios de sombra”.

Por otra parte, estas diferentes áreas se vinculan entre sí a través de caminos que recuperan las sendas originales y aprovechan también un conjunto de rectángulo­s de hormigón que funcionan como piletones de la basura de la CEAMSE. “También generamos una costanera-mirador hacia el Río y la Reserva Ecológica, reafirmado por torres mirador que aloja en su parte baja distintas funciones (como cafetería y restorán), dejando en su extremo más alto la función de mirador propiament­e dicho, sobre todo para el avistamien­to de pájaros”. Este espacio está pensado como una suerte de faro que permite reconocer el lugar desde lejos.

Otro punto destacable del proyecto es el acceso al predio, que se da mediante un museo circular con una gran pérgola y un patio central. “Por último -puntualiza­n los autores-, junto al arroyo Santo Domingo se genera una nueva costanera, una especie de plaza lineal frente al curso de agua en donde se proyectan ferias. Y en el arroyo desarrolla­mos una suerte de pista de canotaje”.

El jurado destaca de la propuesta la iniciativa de recuperar, reforzar y valorizar la traza de los caminos existentes, particular­mente la que se desarrolla en el eje longitudin­al. También considera apropiada la búsqueda espacial, los programas para espacios diferencia­dos y la toma del terreno mediante un sistema de anillos arbóreos que contienen los diversos programas.

 ??  ?? EQUIPAMIEN­TO. El Mirador del Agua es una de las áreas temáticas propuestas por los ganadores del Primer Premio.
EQUIPAMIEN­TO. El Mirador del Agua es una de las áreas temáticas propuestas por los ganadores del Primer Premio.
 ??  ?? VISTAS. El Mirador de las Estrellas, otra de las estructura­s desarrolla­das en las cimas de las lomas.
VISTAS. El Mirador de las Estrellas, otra de las estructura­s desarrolla­das en las cimas de las lomas.
 ??  ?? SENDERO. El Laberinto de Escombros es un conjunto de senderos que exhiben basura reciclada.
SENDERO. El Laberinto de Escombros es un conjunto de senderos que exhiben basura reciclada.
 ??  ?? INVERNADER­O. Un conjunto de bóvedas protegen el cultivo de las especies a plantar en el parque.
INVERNADER­O. Un conjunto de bóvedas protegen el cultivo de las especies a plantar en el parque.
 ??  ?? VISTA NOCTURNA. Una perspectiv­a desde la Autopista Buenos Aires-la Plata.
VISTA NOCTURNA. Una perspectiv­a desde la Autopista Buenos Aires-la Plata.
 ??  ?? SENDEROS. El Oasis de Energía es uno de los paseos proyectado­s como espacios lúdicos y de recreación.
SENDEROS. El Oasis de Energía es uno de los paseos proyectado­s como espacios lúdicos y de recreación.
 ??  ?? CIELO ABIERTO. El Oasis para grandes eventos está dotado de mesas, parrillas y juegos para niños
CIELO ABIERTO. El Oasis para grandes eventos está dotado de mesas, parrillas y juegos para niños
 ??  ?? IMPLANTACI­ÓN. 1 Estacionam­ientos 2 Vía vehicular 3 Plazas 4 Huerta 5 Rambla.
IMPLANTACI­ÓN. 1 Estacionam­ientos 2 Vía vehicular 3 Plazas 4 Huerta 5 Rambla.
 ??  ?? RECORRIDO. El Centro de Interpreta­ción es una de las plazas temáticas.
RECORRIDO. El Centro de Interpreta­ción es una de las plazas temáticas.
 ??  ?? DEPORTE. En el arroyo Santo Domingo se propone una pista de canotaje.
DEPORTE. En el arroyo Santo Domingo se propone una pista de canotaje.
 ??  ?? MIRADORES. Destinados al avistamien­to de aves.
MIRADORES. Destinados al avistamien­to de aves.
 ??  ?? EXPOSICIÓN. La Plaza del Arte es un espacio circular.
EXPOSICIÓN. La Plaza del Arte es un espacio circular.

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