Materialidad y verticalidad con espíritu Bauhaus
En un vecindario bajo de Tel Aviv se levanta una torre de 42 pisos proyectada bajo los postulados de Gropius.
En un contexto de edificios identificables como pertenecientes al movimiento fundado por Walter Gropius construidos en las décadas de 1930 y 1940, la torre Rothschild de Tel Aviv es un edificio de 42 pisos que descansa sobre un basamento comercial. “Su diseño está inspirado en los principios de la Bauhaus -explica Meier-, basados en la funcionalidad y una cierta economía de medios utilizando materiales modernos producidos en masa y en un módulo de planificación repetitiva”.
Según el proyectista, las consideraciones que dan forma al diseño de la torre son la calidad de la luz en el plano, las vistas a la ciudad y el mar, un conjunto de espacios de servicio alrededor del núcleo y su vínculo con el entorno. Su pantalla rejilla es un “elegante velo blanco” inspirado en las vestimenta tradicional de Oriente Medio. Los espacios de lobby son sobrios, elevados y abiertos a la calle. A lo lejos, la prestancia del vidrio impersonal la distingue de manera nítida entre los edificios vecinos.
“La liviandad y la transparencia de la torre son los objetivos principales - explica el autor-. No sólo para reducir la escala aparente y la masa en el contexto de un vecindario de baja y media altura o las torres reflectoras sin escala en el área, sino para expresar el optimismo, la apertura y la energía en el carácter moderno y más secular de Tel Aviv”.