Vivienda social y esparcimiento, en clave sustentable
Los proyectos ganadores de la tercera edición del concurso fueron un sistema de casas modulares de chapa en Isla Maciel y un gran parque inundable para Resistencia, Chaco.
Con la sustentabilidad como rasgo en común, la tercera edición del Premio Nacional de Arquitectura y Diseño Urbano -organizado conjuntamente por Weber Saint Gobain y la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (FADEA)- tuvo como ganador de la categoría Arquitectura al prototipo de vivienda social replicable para la Isla Maciel, proyectado por el estudio del arquitecto Roberto Frangella. Y en la categoría Urbanismo, aun proyecto de parque inundable con casi 200 mil metros cuadrados ubicado en el extremo norte de la ciudad de Resistencia, Chaco, proyectado por el arquitecto Adrián Prieto Piragine y su equipo.
Casitas de Belén
“En la Isla Maciel hay un suburbio de viviendas de extrema precariedad. Por eso nuestro proyecto de sustentabilidad es aplicable a la emergencia social”, tal la definición de Roberto Frangella sobre sus viviendas Oscar y Tres Hermanas, desarrolladas en el marco del programa Casitas de Belén, una iniciativa de la Fundación Isla Maciel y Proyecto POPA. “La idea fue resolver las nuevas viviendas con la mejor tecnología y recursos mínimos, generando un espacio de privacidad familiar, cobijo de la lluvia y de la rigurosidad del clima”.
En cuanto al diseño y la elección de los materiales para las viviendas, los autores partieron de la idea de que la isla tiene su tradición y característica cultural: las construcciones en chapa. “Se trata de una propuesta de identidad que ofrece una estética compartida con la vecina barriada de La Boca -define Frangella-. Retomando esta modalidad, definimos unos módulos básicos de 24 m2 que contienen a la vivienda con sus servicios higiénicos dignos y confot habitacional. Y como el espacio territorial está muy abusado, estos metros cuadrados fueron desarrollados en dos plantas”.
En un contexto en el que tejido está muy desorganizado, la idea es reemplazar cada vivienda precaria por este módulo compacto que se inser-
La propuesta de Frangella recoge la huella que representa la chapa como material típico de las viviendas de la Isla Maciel y el barrio de La Boca
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taría en el sitio recuperado. “Es importante destacar la rapidez de este sistema en seco, ya que permite hacer esta operación de reemplazo causando la menor cantidad de problemas a las familias”, sostiene el autor.
Con un costo aproximado de 200 dólares por metro cuadrado, la tecnología básica partió del concepto de “steel frame”. Así, la estructura metálica de la vivienda lleva un sándwich de panel aglomerado de OSB y placa de yeso, luego el panel de aislación térmica, la barrera de vapor y finalmente la chapa. “La estructura se asienta sobre una platea de hormigón pobre con su correspondiente aislación hidrófuga -explica el proyectista-. La casa tiene una puerta de acceso y dos ventanas ubicadas en cada una de las plantas”. En cuanto a su equipamiento, la vivienda cuenta con una instalación eléctrica básica con un toma corriente por habitación e instalación sanitaria básica: baño completo con lavatorio, inodoro, ducha, mesada con pileta de cocina y artefacto de cocina incluido.
Parque de la democracia
La propuesta urbana seleccionada por Premio Nacional de Arquitectura y Diseño Urbano es un gran espacio verde desarrollado en un predio de 22 hectáreas que incluye una laguna de casi 67 mil metros cuadrados, ubicado en el norte de la ciudad de Resistencia. Situado sobre la Avenida Sar-
miento, principal acceso a la capital chaqueña, El Parque Urbano Inundable de la Democracia presenta como característica un amplio frente sobre el Río Paraná que es cortado por el Río Negro. Es un área inundable por la falta de mantenimiento en la infraestructura existente, la presencia de basurales y de sedimentos que obstruyen el escurrimiento, factores a los que se suma el crecimiento de la impermeabilidad por el avance de las construcciones.
El proyecto, autoría del equipo encabezado por el arquitecto Adrián Prieto Piragine, se estructura a partir de tres parques y vías perpendiculares de circulación que permiten relacionar distintas áreas y delimitar los distintos usos del programa. Según explica el autor, el desarrollo del parque implica la creación de un “nodo vivo entregado a dominio público, de diseño atemporal e imagen fuerte, simplicidad y racionalidad, aportando versatilidad de implantación y uso en el tiempo”.
Por una parte, el lote saneado generará un nuevo vínculo con la ciudad, extendiendo suelo urbano y generando unidad formal espacial que no atenta contra la riqueza del paisaje existente. Por el otro, agrega un espacio de usos recreativos que tiene al agua como eje. La propuesta incluye una gran plaza cívica con módulos de servicios con un estacionamiento por debajo, y espacios verdes tratados paisajísticamente con un múltiples senderos peatonales que se entrecruzan, áreas deportivas, bares y una cinta perimetral vehicular peatonal sobre el río, entre otros equipamientos.
La intervención estará levantada sobre el terreno natural mediante palafitosque presentarán una mínima huella sobre el terreno, permitiendo el libre escurrimiento de las aguas durante las inundaciones y la absorción en las distintas áreas de actividades y circulaciones gracias al uso de materiales permeables.
“Al dejar correr el río y conducir el agua -especifica Prieto Piragine-, se consolidan los bordes del terreno, aumentando su dimensión y posibilidades de uso. Pero para aprovecharlo en su totalidad, proponemos ubicar en un sector del parque el nuevo Palacio Legislativo, agregando así un nuevo factor de accesibilidad y extendiendo aun más la disponibilidad de suelo urbano”.
El proyecto de parque pretende recomponer un territorio deteriorado y vincularlo a la trama urbana de la ciudad de Resistencia.