Pinamar. El crecimiento de la ciudad balnearia que suma emprendimientos con amenities.
La ciudad balnearia crece al ritmo de desarrollos con amenities sofisticados. Valores de terrenos y unidades.
De balneario a ciudad, la evolución de Pinamar fue tan notoria como veloz. En poco más de una década su población aumentó de 15.000 habitantes a 50.000, tiene una sede universitaria y está en pleno proceso de una transformación que involucra no sólo al área urbana -en donde crecen los emprendimientos residenciales- sino también la recuperación del espacio público en las playas.
“El cambio es rotundo”, reconoce Lucio Vera Tapia de la inmobiliaria que lleva su nombre. Su colega, Iván Renkine, titular de Dinamismo, coincide y explica que tiempo atrás: “la sensación era que Pinamar se parecía a un gran barrio cerrado”. Hoy, en cambio, Pinamar es una ciudad con ritmo propio que se abre a sus visitantes con una oferta que va desde departamentos en torres de lujo hasta condominios en barrios privados.
Enrique Shaw es titular de Pinamar S.A, la empresa fundadora de la ciudad. Señala que hay poca disponibilidad de lotes y afirma que existen zonas claramente diferenciadas: El Sur, La Herradura, el Centro, Pinamar Norte, el Golf y Álamos (en el bosque). “Las áreas de vivienda permanente son más accesibles, mientras que lo más caro es frente al mar, en donde la mayoría de los lotes son de reventa. Allí, el valor del metro cuadrado es de 1.000 dólares”, afirma.
Le siguen en costo Pinamar Norte (en donde se ubica La Frontera) y La Herradura, un barrio cerrado con seguridad y servicios. Álamos es un loteo en el bosque cerca del Golf, en donde los terrenos de alrededor de 1.000 m2 cuestan entre 70.000 y 100.000 dólares. “Los compradores vienen de todo el país. En toda la ciudad el tamaño de los lotes es muy variado, aunque como mínimo tienen un frente de 20 metros”.
Pinamar S.A. vende con financiamiento propio, normalmente con un 40% al boleto y 24 ó 36 cuotas en dólares, aunque “nos ajustamos a los compradores”, precisa Shaw.
Hace algunas semanas, su empresa lanzó Pioneros, un desarrollo cuyas ventas de terrenos “vienen con impulso, porque los barrios con servicios y buena infraestructura son muy valorados”. Además de los compradores particulares, Shaw reconoce que hay inversores que compran varios lotes para luego revender.
Amarras es un complejo de edificios de Marpin, una desarrolladora local. Jorge Luna es su fundador, quien después de décadas de dedicarse a construir casas ahora sumó los departamentos a su negocio como “parte del crecimiento natural de la empresa”. El lote, ubicado en De Las Hespérides, entre De las Náyades y Gulliver, lo compró por 900.000 dólares, una parte a cambio de metros cuadrados. “Hay que tener cuidado con lo que se paga el terreno porque después cuesta vender”, reconoce.
El emprendimiento consta de tres edificios idénticos con unidades de dos y tres ambientes que van desde los 100.000 a los 160.000 dólares. Para Luna, la clave para asegurar las ventas está en ofrecer un producto con amenities de categoría que atraigan a inversores interesados en obtener una buena rentabilidad durante el verano y un cómodo uso en invierno. “Un departamento de estas características se puede alquilar a $20.000 la semana, incluso a $10.000 si la temporada no es buena”, reflexiona.
Fabián Ortega, uno de los socios del Almar Residencias opina en el mismo sentido. Su desarrollo ocupa una manzana en donde se construirán en etapas cinco módulos de tres pisos que incluyen un total de 77 unidades de amplias dimensiones, que van desde los 60 a los 108m2 más las expansiones. “En la zona hay que aportar calidad”, resume, y detalla que para esto incluyó una pileta cubierta y otra descubierta y está en tratativas para anexar dos lotes que serán destinados a deportes.
Otro de los factores de venta indispensables es un plan de financiamiento, que en su caso consiste en “un anticipo y 36 cuotas, pero nos adaptamos y podemos extenderlo”, concluye.
Financiamiento a medida del comprador, buenas vistas y servicios y amenities premium para disfrutar la propiedad durante todo el año son las claves de los nuevos desarrollos en Pinamar.