IMAGEN CONTEMPORÁNEA EN SINTONÍA CON LA RENOVACIÓN DE PALERMO HOLLYWOOD
El Salvador 5761. El un tejido urbano con mixtura de usos se proyecta un edificio apaisado de baja escala, aprovechando la unificación de dos parcelas.
Con frente a la calle El Salvador, entre Carranza y Bonpland, se desarrolla un edificio de baja escala conformado por subsuelo, planta baja y cuatro pisos que se suma a la fuerte renovación edilicia en esa zona de Palermo Hollywood caracterizada una heterogeneidad de usos que abarca desde locales gastronómicos, productoras audiovisuales, viviendas, oficinas y hoteles boutique.
Tanto por su materialidad como por su diseño, el edificio tiene una impronta fuertemente contemporánea y totalmente atípica para la zona. En efecto, el proyecto se compone de un volumen rectangular de imagen contundente, con una disposición apaisada que refuerza su horizontalidad a partir de los parasoles desarrollados en su frente principal.
El emprendimiento se implanta sobre un predio de 682,45 m2, resultante de la unificación de dos parcelas, retirándose 3 metros de la línea municipal. Con una altura de 9 metros más un retiro de 3, incluye una am- plia terraza accesible que conforma la quinta fachada. Allí se ubican los equipos de aire acondicionado y los tanques para reserva de agua. Dicho espacio conforma el remate del edificio.
Desde una planta baja de gran transparencia se captan amplias visuales que permiten reconocer sus espacios en su totalidad. Por ejemplo, un espejo de agua entre jardines aterrazados, árboles y enredaderas, conforman el principal paisaje que penetra en ese espacio.
“El desarrollo de las unidades -explican los autores- se encuadra en el concepto de máxima flexibilidad, por lo que nuestro proyecto potencian el concepto de planta libre para que el habitante defina los espacios y sus necesidades”.
Además -según explican los proyectistas-, esta idea se refleja en el partido adoptado, ya que funcionalmente se generan dos bandas, una al frente y otra al contra frente, que toman el ancho total del lote, pero ambas planteadas con poca profundidad y articuladas por los núcleos de ascensores y escaleras en la zona central. Allí, el ingreso de iluminación exterior suma en el centro de la planta un gran foco a modo de lucernario, que asegura un valioso ingreso de luz a todas las unidades.
“Estructuralmente -puntualizan los autores-, se eliminan las columnas interiores, reforzando el concepto de flexibilidad. La imagen del edificio propone diálogo con el entorno, a través de reflejos en sus importantes superficies vidriadas. Su síntesis formal genera un silencio apropiado a la configuración del barrio”.