En pos de restaurar.
Varios centros del INTI conforman el Programa Restaurar, que ofrece el servicio de diagnóstico para la intervención en obras de puesta en valor.
Cómo funciona el programa del INTI que ofrece diagnósticos para intervenciones en obras.
El Programa Restaurar del Inti abarca un espacio de trabajo interdisciplinario para brindar una respuesta técnica integral para encarar intervenciones en el patrimonio histórico cultural. Esta iniciativa asiste a todos los que requieran asesoramiento, independientemente de que el bien esté alcanzado por alguna legislación que lo proteja.
“Las tareas de conservar y restaurar los bienes culturales exigen el estudio científico y riguroso de los materiales originales para poder determinar la intervención a realizar, cuidando la integridad y autenticidad de la obra”, explica la arquitecta Silvia Velázquez, coordinadora de la unidad técnica Patología en la Construcción. Y amplía: “Las mayores dificultades que afectan al patrimonio en nuestro país son la falta de mantenimiento, las intervenciones inapropiadas y la falta de documentación que permita discriminar los materiales originales de los que no lo son”.
Para colaborar en la resolución de esos problemas, el INTI reunió las capacidades técnicas de sus diferentes centros de investigación y desarrollo en el Programa Puesta en Valor del Patrimonio Cultural: Restaurar.
“La meta de esta iniciativa es garantizar la asistencia técnica al profesional, artista o artesano a cargo de la conservación y puesta en valor de un bien patrimonial, brindando conceptos científicos y técnicos que apuntalen esta compleja actividad en la que se cruzan disciplinas que van desde la historia del arte hasta el análisis en laboratorio de los materiales comprometidos. Nosotros brindamos asistencia científico-técnica para la puesta en valor, peritaje, valuación e investigación del patrimonio cultural público y privado en el ámbito nacional e internacional”, detalla Velázquez.
Según la especialista, identificar y caracterizar los materiales en una obra es conocerla con precisión cien
La certeza del diagnóstico resulta fundamental para que el restaurador pueda seleccionar las técnicas de intervención adecuadas. El programa trabaja bajo criterios internacionales
tífica. A partir de ahí, se logra que la intervención evite la prueba y error sobre el monumento considerando la necesidad de proteger el patrimonio. En ese sentido, es fundamental mantener la autenticidad de las obras en cada intervención, un principio que se basa en que los bienes culturales que hemos recibido de nuestro pasado son testimonios insustituibles que representan el desarrollo de una sociedad y debemos transmitirlo a futuras generaciones. “Difícilmente se pueda seleccionar una técnica de puesta en valor si se desconoce lo que se requiere conservar o restaurar”, acota Velázquez.
Para esta problemática de la caracterización de materiales y puesta en valor de bienes culturales, el programa trabaja con metodologías basadas en principios internacionales de conservación plasmadas en las diferentes Cartas de Restauro Internacionales y en los procedimientos de análisis de institutos de investigación de conservación.
En general, las consultas que llegan al Programa se derivan al centro de investigación de referencia de acuerdo a la problemática esencial que presenten. Profesionales y técnicos de ese centro coordinan las actividades de los especialistas, evalúan los antecedentes de la obra y realizan el relevamiento, ensayos in situ. También la toma de muestras para ensayos de laboratorio y mapeos para evaluación de patologías. Con esa información desarrollan un diagnóstico y la asistencia al restaurador con la exacta caracterización de los ma- teriales para su eventual reposición o parcheos, considerando compatibilidad. Finalmente, toda esta información es entregada al solicitante mediante un informe técnico.
Las consultas más reiteradas en patrimonio arquitectónico en nuestros laboratorios es la caracterización de morteros de fachadas, necesaria para el diseño del mortero de reposición o la consolidación del existente. Esa demanda, según Velázquez, tiene que ver con la cantidad de patrimonio arquitectónico con revestimientos de simil piedra en fachadas y la precisión que se obtiene con las metodologías de ensayos en cuanto a su caracterización mineralógica, la relación agregado-aglomerante, la curva granulométrica de sus agregados, la resistencia superficial, la permeabilidad al agua de lluvia y la adherencia permite seleccionar las técnicas de puesta en valor de fachadas.
En todos los casos asistidos desde el Programa Restaurar, la certeza del diagnóstico fue fundamental para que el restaurador pueda seleccionar las técnicas de intervención.