El Taller.
El trabajo de tesis de Santiago Miret, egresado de la Maestría en Investigación Proyectual, aborda la formulación de configuraciones habitativas que den respuesta a los modos de habitar contemporáneos.
La primera tesis de la Maestría en Investigación Proyectual de vivienda del Centro Poiesis de la FADU.
Dispositivos de la Arquitectura
Foucault hace referencia a que cada episteme sujeta a los individuos a dispositivos de poder, condenándolos a una existencia falta de autonomía respecto de sus propios intereses. Así resultan incapaces de reflexionar de cara a su propia finitud como sujetos actuantes en una sociedad.
El problema yace en no poder dar cuenta, por parte del individuo proyectista, de esta escisión intelectual, y operar en la creencia de que se están evitando aquellos lugares comunes donde el sujeto sujetado se siente cómodo y es pensado.
En este sentido, el individuo deposita la fe del desarrollo de un “buen proyecto” en su capacidad de engendrar ideas creativas espontáneas u ocurrencias contingentes que emergen de la pura subjetividad sin arraigo social, ni histórico, ni disciplinar, al igual que las hipótesis que de las mismas derivan.
Lo maquínico se constituye de piezas que son, a su vez, máquinas. Esto es, no son relevantes por sus cualidades intrínsecas, sino por su relación con las demás. Lo maquínico representa construcciones diagramáticas sin fines funcionales específicos. No obstante, tienen fines, aunque estos son de otra naturaleza.
El modelo maquínico es una poderosa herramienta para el corrimiento de un sujeto sujetado respecto de dispositivos disciplinares. Los dispositivos de la arquitectura y la obturación procedimental que sufre el sujeto proyectista contemporáneo representan un problema para la construcción de novedad y la formulación de configuraciones habitativas que den respuesta a los modos de habitar contemporáneos.
Los procesos maquínicos emergen como una posibilidad disruptiva respecto de las modalidades proyectuales establecidas. La tesis no se consuela con el mero procedimiento maquínico, sino que explora las posibilidades disruptivas de sus emergencias como alternativas a los objetos crípticos de la arquitectura del statu quo. Estas emergencias son organizaciones que llevan embebidas los procesos de los que emergen.
La tesis propone un proyecto de vivienda colectiva el cual tiene embebido el procedimiento, dando cuenta del mismo y de su coherencia interna. El proyecto se organiza en seis disrupciones.
Disrupción 01
La primera disrupción se centra en la construcción de un manto diferenciado, el cual es informado por la integración progresiva de preexistencias en el territorio. Si bien su acción es contingente, no es contextualista en términos de preten- der emular su contexto, sino que lo que persigue es integrar las condiciones materiales del mismo a su sistema generativo. De este modo se propone la inclusión de la noción de contingencia al dispositivo de la arquitectura, el cual no puede ser impuesto sobre un contexto sin dar cuenta de sus condiciones materiales preexistentes y así generar corrimientos de ideas preconcebidas respecto de cómo debe implantarse un edificio (objeto) sobre un territorio determinado.
Disrupción 02
La segunda disrupción se centra en la superación de la noción de tipología edilicia. Persigue evitar recurrir a configuraciones de la totalidad preconcebidas como dispositivos. Así, explora sobre las condiciones que dieron lugar a las tipologías edilicias de vivienda colectiva como las condiciones higienistas emergentes a comienzos del siglo XX y aún hoy presentes como instancias regulatorias del proyecto tanto en códigos y manuales de arquitectura como en el imaginario de los arquitectos contemporáneos. El protocolo propone la inestabilidad de los criterios de ventilación e iluminación para poder operar desde ellos sobre celdas habitativas abstractas, las cuales son repetidas, eliminadas o deformadas en función de responder a criterios de habitación mínimos.
Disrupción 03
La tercera disrupción se centra en disolver la unidad habitativa como objeto compositivo en los conjuntos de vivienda colectiva. Así, cualifica el interior de la vivienda en 2 grandes partes, ámbitos para la habitación y ámbitos para el servicio. Según esta premisa, construye un sistema de corrimiento de celdas, el cual construye superficies internas diferenciadas e islas habitativas, evitando el recurso de la unidad y su repetición como medio para la habitación del conjunto.
Disrupción 04
La cuarta disrupción se centra en ampliar el papel de las instancias de publicidad en los conjuntos de vivienda colectiva. Así, construye un prototipo sensible a ser proliferado en los vacíos concatenados del conjunto, consolidando instancias de publicidad desplegadas en zonas estratégicas del conjunto y volviéndolas lugares necesarios para la circulación al incorporar en ellas núcleos de circulación. Además, estas instancias de publicidad son pobladas por equipamiento de uso público, el cual se despliega según un gradiente de diferenciación respecto del punto de acceso y efluente de flujos circulatorios asociadas a las mismas.
Disrupción 05
La quinta disrupción se centra en disolver los ambientes internos de las unidades de los conjuntos de vivienda colectiva. Así, despliega un heterogéneo sistema de seis categorías. Ámbitos para dormir, ámbitos para comer y ámbitos para el intercambio son los tres tipos de lugares para la habitación; mientras que lugares de guardado, lugares para cocinar y lugares sanitarios son los tres tipos de ámbitos para el servicio. De este modo, las islas habitativas son pobladas por tipos de ámbitos según gradientes de diferenciación cuyas lógicas internas y de adaptabilidad conducen a sistemáticos cambios de estado.
Disrupción 06
La sexta disrupción se centra en construir un sistema circulatorio heterogéneo que integre los elementos que componen al proyecto. Así, despliega un sistema de vectores de conexión de elementos según dos etapas. La primera etapa conecta las islas habitativas disociadas con las islas con acceso a las instancias de publicidad y, por ende, a los núcleos de circulación vertical; asegurando así la cohesión exterior del conjunto. La segunda etapa conecta el interior de las islas habitativas, cohesionando los ámbitos para dormir (lugares de mayor intimidad) con los accesos a las islas habitativas; asegurando así la cohesión interior de las islas.