MÁS ALLÁ DEL TAMAÑO Y EL USO, LA BÚSQUEDA DE BELLEZA
Un lujo. Siempre lo es, tener en nuestras páginas a Alvaro Siza, con esa arquitectura de revoques y mármoles blancos, pinceladas de madera y sutiles juegos con la luz. En este caso, una pequeña iglesia en Rennes, Francia, con una planta simétrica, pero que no se vive como tal, sino en diagonal, artilugio de la modernidad que le otorga gran dinamismo a su espacialidad (página 14). Como nos tiene acostumbrados, el maestro portugués pensó hasta los más mínimos detalles: es una exquisitez cómo resuelve el pasaje del piso al zócalo-parapeto y las barandas. Y el contrapunto que hace con el equipamiento, las sillas, la cruz y otros elementos para la liturgia, diseñados cuidadosamente y con gran síntesis, en madera clara. El tema “silla” da pie a otro invitado de lujo para esta edición de ARQ. El diseñador salteño Francisco Gomez Paz acaba de presentar en la Feria del Mueble de Milán la silla Eutopia, como el mismo la define, “una silla necesaria” (página 20). Para diseñar este equipamiento a mitad de camino entre la producción artesanal y la industrial usó tecnologías flexibles y bastante novedosas como el corte láser, el control numérico y la impresión 3D. Claro para Gomez Paz “la innovación es lo que hace al diseño; de lo contrario se llama decoración”, asegura. Pero además esta silla tiene otras virtudes. Una, que es súper liviana. Tal es así que para presentarla eligió atarla a unos globos de gas que la hacen elevar. Otra es que está hecha con Kiri, una de las maderas con mayor capacidad de absorción de agentes contaminantes del mundo, lo que la hace muy sustentable. Y la tercera es que ni usa tornillos... Todo es por encastre. La estrategia de Matías Frazzi para componer un pequeño edificio, de planta baja y 4 pisos, en el barrio porteño de La Paternal, es algo similar: no es por el encastre de planos perpendiculares como en el caso de la silla Eutopia sino por su apilamiento (página 6). “La morfología con la que se conformó la esquina, dice Frazzi, surge de la resolución estructural, a la manera de placas de hormigón visto de tablas que se van yuxtaponiendo y apilando, generando llenos y vacíos, de cierto tratamiento escultórico, dándole identidad al edificio, integrándolo y “haciéndolo ciudad”. Sin duda, los tres casos que reune esta edición de ARQ , la iglesia Saint Jacques de la Lande de Alvaro Siza, la silla de Gómez Paz y los estudios de Frazzi en La Paternal, comparten la premisa de que más allá de sus escalas, tamaños o destino, todos buscan belleza. «