Silos areneros convertidos en un centro cultural
En Tigre y próxima al río, una estructura de hormigón preexistente fue el punto de partida para que los alumnos desarrollaran el ejercicio proyectual. El nuevo programa debía respetar la morfología inicial.
Los silos intervenidos están conformados por un núcleo central de planta cuadrada que decidí tomar como elemento principal de la circulación de mi proyecto. Así, pude generar un acceso a todos los espacios generados por los silos. Esto me llevó a desarrollar lo que tal vez sea lo más interesante de la propuesta: las escaleras semicirculares de circulación. La primera se impone al ingreso del centro cultural.
En el primer piso, se encuentra nuevamente el núcleo central, en donde al avanzar “circularmente” se descubre una segunda escalera que se acopla en este circuito y da la posibilidad de llegar a un entrepiso y concluir en la terraza. El programa exigía una ampliación del área cubierta por lo cual decidí crear un aula bajo reglas geométricas de los silos, pero que a su vez fuera distinguible, como un nuevo elemento. Este se ubicó en el primer nivel y para de este modo poder genera un semicubierto para desarrollar diversas actividades en la salida posterior del primer nivel, que además conduce hacia el río.
Una vez resuelta la circulación y el au- mento de superficie, concluí manteniendo la comprensión del programa para así distribuir los espacios requeridos. Además de mantener el núcleo central de circulación vertical, que se repite en planta baja y primer piso, aproveché la estructura de la preexistencia, que permite acceder por una vía fácil, intuitiva y directa a las distintas aulas y salas de lectura.
Comentario de la Cátedra
Los antiguos silos de arena en Tigre que elegimos para desarrollar el proyecto conllevan la identidad que aún hoy expresa el lugar. Esta expresión es vital como contenido de información al iniciar el proceso de diseño. La vegetación, las antiguas vías del ferrocarril que aún se hacen presentes, los barcos areneros, rememoran el espíritu aún vigente del sitio. Las estructuras de hormigón armado, que datan de los 60, expresan claramente la función para la que fueron proyectadas.
El desafío del ejercicio proyectual para el alumno es reinterpretar el uso que aún determina el edificio en relación a un nuevo programa, que tiene como objetivo generar un nuevo ámbito de inclu- sión y participación educativa sin perder la génesis morfológica inicial.
Este proceso de investigación brindó al alumno una aproximación real de la problemática. Imaginar un centro cultural como tal, para ese preciso barrio, no solo como “idea de proyecto funcional”, sino también encontrando en el proceso de diseño el sentido singular por medio de la documentación extraída del lugar. Este “encontrar” intuitivo de la mano del programa dado determina la idea de proyecto, con su propia génesis y particular identidad. Fotografías, croquis, análisis de obras existentes como referentes, de “las huellas” encontradas fueron los documentos concretos en este proceso.
La presencia del río y los antiguos astilleros próximos al predio son sellos identificativos necesarios para reinterpretar un nuevo diseño. Estructuras de madera, cerramientos y cubiertas de chapa; el desplazamiento ascendente con respecto al suelo de las estructuras ( crecientes del río) y el uso del hormigón en estructuras industriales son las marcas que tomaron los alumnos para generar los proyectos en este sector de Tigre. «