Debate. Las posturas de los arquitectos y desarrolladores con respecto a los cambios en el Código de Edificación.
Arquitectos y desarrolladores intercambiaron críticas y sugerencias respecto de los cambios que propone el nuevo Código de Edificación.
Días atrás, el Subsecretario de Registros, Interpretación y Catastro del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, arquitecto Rodrigo Cruz, fue el encargado de explicar las principales modificaciones al Código de Edificación en la apertura de una mesa de debate celebrada en la feria BATEV. Lamentablemente, no hubo lugar a un intercambio entre el funcionario y el panel de profesionales que lo secundó, integrado por los arquitectos Augusto Penedo ( presidente del CPAU), Agustín García Puga ( por la SCA), Da- niel Mintzer ( desarrollador) y Juan Martín Urgell, quienes plantearon diversas sugerencias y críticas a la propuesta oficial.
Cruz sostuvo que el nuevo código pretende una actualización dinámica de nuevos materiales y tecnologías, y la incorporación del concepto de sustentabilidad. Como temas principales, también promueve una distribución eficiente de la superficie, menores costos de construcción, conservación y mantenimiento preventivo, accesibilidad, nuevos plazos para finalizar la obra. El funcionario comentó que el proyecto está siendo evaluado en la Comisión de Planeamiento de la Legislatura, donde dipu- tados y asesores de todas las fuerzas políticas discuten la propuesta y realizan los ajustes finales. Entre las modificaciones que ya se han incorporado se destaca la obligatoriedad de contar con un medidor de agua para cada unidad funcional y la no exigencia de vivienda para encargado.
Luego de la exposición de Cruz, los profesionales invitados a la mesa expusieron su punto de vista, donde la reducción de las medidas mínimas de los ambientes calentó el debate. Cruz destacó que la “flexibilidad en cuanto a la disposición de las superficies implica la aparición de nuevos modelos inmobiliarios con departamentos acordes a las familias actua- les”. En tanto, Mintzer apoyó la iniciativa justificando que se facilita la adquisición de una vivienda mínima “para que más de gente sea dueña de algo”. En cambio, García Puga y buena parte del público reaccionaron en contra de una reducción de las medidas de los ambientes.
Hubo consenso en puntualizar sobre el riesgo de una “reburocratización de los procesos que llevará al sobrecontrol de las obras”, lo que afectará a los desarrolladores inmobiliarios. Para Penedo, uno de los temas más preocupantes del nuevo código es el de los plazos, ya que “muchos de éstos se dejaron para la reglamentación”. Además, puntualizó sobre el ar- tículo segundo que regula los “roles y responsabilidades de los profesionales” y señaló que “tienen que estar claras las obligaciones de los actores nuevos que aparecen en el código”. Agregó que en algunos casos “hay diferencias entre este código y el urbanístico y eso generará problemas con la interpretación posterior”.
Por último, los referentes destacaron la necesidad de articular la reglamentación en conjunto con las asociaciones profesionales para evitar zonas grises. Y enfatizaron “las demoras en los trámites ya que hay muchos controles, muchos impedimentos que no permiten ir hacia una gestión más rápida”.