Diseño a medida.
DISEÑO INTERIOR MONTESSORI HOUSE Con mobiliario a la altura de los chicos, el jardín de infantes funciona en un ex banco de Núñez refuncionalizado por Martín Saaied y Adina Schomberg.
Las tareas de adecuación en el interior de una escuela que aplica el método Montessori.
Un niño que se concentra es un niño feliz. Y si tiene materiales a su alcance, mobiliario a su medida y propuestas desarrolladas en función de sus intereses aumentan las probabilidades de concentración.
Según María Montessori ( 18701952), la pedagoga y científica italiana que desarrolló un método de enseñanza basado en la observación directa de los niños, el espacio es clave. En el edificio de un ex banco, en Iberá al 2400, Montessori House propone un espacio a la altura y a la escala de los chicos.
Las dos plantas fueron refuncionalizadas por Adina Schonberg, diseñadora industrial, y su marido Martín Saaied, arquitecto, quienes adaptaron los 600 m2 a los requerimientos del método de enseñanza.
La escala es una de las claves del proyecto. Desde la huerta a las áreas sensoriales y de matemáticas. Todo está diseñado para que los chicos manipulen, cuiden y limpien los elementos. En el área de cocina, por ejemplo, los utensilios son reales; los cuchillos, de verdad; y los vasos, de vidrio. Con grandes ventanales y una terraza al aire libre, el jardín es un oasis de texturas, materiales y propuestas creativas. Schomberg y Saaied son graduados de Betzalel Academy of Arts, ( Jerusalem, Israel) y Asistentes Montessori de la Association Montessori Internationale ( AMI). Schonberg, educadora, terapeuta y doula, es la directora de la escuela donde concurren unas 55 familias.
“La base de la pedagogía es promover la independencia y la autonomía de los chicos. Y para que esto ocurra todo el mobiliario debe estar a la escala del niño”, explica Schonberg. Y agrega: “Las actividades están a disposición, les ofrecemos herramientas para decidir y para aprender a esperar. Hay sólo un material de cada tipo, y cada uno encierra un propósito pedagógico en función de desarrollar la motricidad con actividades vincula-
das a la vida cotidiana”.
Mesas, sillas, bibliotecas y contenedores que no superan el metro de altura fueron diseñados con materiales nobles. En la gran sala hay pocos objetos de plástico. Pero muchos de madera y texturas variadas. “Lo toco, lo veo, lo siento es la clave para que los chicos descubran la materialidad”, señala la directora.
Los materiales sensoriales están pensados para promover la clasificación de objetos a través de los sentidos y abarcar los conceptos lógi-comatemáticos como propósitos indirectos de la exploración.
Schonberg explica que el método sugiere 3 m2 por niño. Por eso, el gran ambiente integrado es generoso. En octubre, Montessori House participará de Anidar, el encuentro de Arquitectura y Niñez que formará parte de las actividades de la Bienal de Arquitectura, en octubre. Allí desarrollarán “The glass classroom”, un ambiente vidriado que recreará la muestra que montó María Montessori en 1915 en San Francisco.