Salesforce Transit Center.
En San Francisco, se acaba de inaugurar la estación multimodal más importante del estado. Detalles de un revitalizador urbano.
El detalle de la última obra del estudio de César Pelli en San Francisco.
La semana pasada, en San Francisco, se inauguró el último proyecto del tucumano César Pelli, el Salesforce Transit Center, una estación multimodal que conectará 11 sistemas de tránsito. El edificio es uno de los pocos del estudio Pelli- Clark- Pelli que no se distingue por su altura; esta vez, la dimensión predominante es el largo: casi quinientos metros.
Pero lo realmente innovador y llamativo de este gigante es que incluye un parque de 2,2 hectáreas en su terraza, un espacio verde que promete en convertirse en una verdadera y vibrante plaza pública para el barrio a pesar de estar a casi 30 metros del nivel de la calle.
Limitado por rascacielos recientemente surgidos como Park Tower y 181 Fremont, el Transit Center se encuentra rodeado de algunos de los grandes nombres de la tecnología, como Slack e ishares, una empresa que ahora tiene sus ventanas con una vista completa de la azotea recreativa del centro de tránsito.
Sin embargo, fue la firma Salesforce. com la que logró algo todavía más importante: la franquicia para que la estación y el parque lleven su nombre durante 25 años, a cambio de US$ 110 millones. La misma empresa ya contribuyó a resaltar su presencia con la impresionante torre que diseñó Pelli y que se alza, dominante, junto al nuevo complejo.
Muchos son los detractores del Transit Center, un proyecto que se concreta después de 20 años de planificación, casi una década de construcción y un costo multimillonario en dólares ( 2 mil millones).
Pero también están los que esperan que el edificio sea una presencia enriquecedora para el barrio, no solo por las funciones logísticas que alberga, también por sus exuberantes jardines que ofrecen un espacio de paseo para los oficinistas que podrán almorzar o simplemente relajarse un rato. Y no son menores las esperanzas de que todos los visitantes suban a sus terrazas verdes.
Las expectativas sobre el edificio son grandes y podría completar los esfuerzos urbanos que ya hicieron otras obras gigantescas, como la misma Salesforce Tower de Pelli y la expansión de San Francisco MOMA que diseñó Snohetta y se inauguró hace unos años. A nivel de la calle, se espera que los negocios y cafés del centro de tránsito atraigan a los visitantes y dinamicen todo el vecindario circundante.
Dentro del edificio, el espacio luce abierto y radiante gracias a los expresivos tragaluces que diseñó Pelli. La más grande de estas “columnas de luz” es el elemento central del hall, con 36 metros de altura. El complejo se extiende en seis niveles: cuatro sobre el suelo y dos debajo. En el segundo piso funciona el servicio regional de autobuses y en los subsuelos está previsto que exista una plataforma para trenes, que para 2028 incluirá al prometido tren de alta velocidad de California. También falta completar la conexión con un tranvía aéreo que estará en operación este año y movilizará 20 pasajeros hasta la azotea parquizada. Será espectacular, aunque no tan eficaz como los 10 puntos de acceso ubicados a lo largo del centro de tránsito. Además, se prevé que varios edificios vecinos tiendan
puentes con el parque.
Desarrollar los 50 metros del edificio fue un desafío estético singular: Pelli optó por instalar un muro cortina ondulante de aluminio perforado blanco. Los 3.992 paneles cuentan con un patrón geométrico basado en variaciones del rombo desarrolladas por el físico Sir Roger Penrose en la década del 70.
Pero el corazón del Transit Center es el parque que tiene en su azotea. Denso de naturaleza y actividades, no es solo un césped salpicado de árboles. Su creador, Peter Walker, fundador de la firma de diseño de paisaje PWPLA, es una leyenda del paisajismo desde la década del 60. “Este jardín en la azotea tiene una historia que contar. Queremos conectarnos tanto a nivel intelectual como estético“, señala.
El diseño del parque busca crear un caleidoscopio de entornos superpuestos. Así, presenta una gran variedad de ecosistemas del área de la Bahía de San Francisco, desde robles hasta un humedal; desde las plantas suculentas tolerantes a la sequía - en un extremo del parque- hasta las que son aptas para el agua; y los abedules fluviales, en el otro. En el medio hay zonas que incluyen un jardín australiano, un “jardín prehistórico” y un prado, además de la gran plaza central y un anfiteatro de césped.
Walker buscó que los usos activos y pasivos se mezclaran con el paisaje, como el anfiteatro para 1.000 personas, los cafés y el parque infantil, así como áreas tranquilas para leer, hacer picnic o descansar.
El gran temor de muchos vecinos es que ese espacio se convierta en un vacío urbano repleto de homeless y adictos, como lo era el viejo centro de tránsito. Para eso, el complejo y su parque en la azotea se administrarán siguiendo los últimos criterios de alto perfil comunitario.
El modelo a seguir es el del Bryant Park de Manhattan, un hermoso espacio abierto que funciona en conjunto con la Biblioteca Pública de Nueva York.
Durante mucho tiempo, esa plaza fue un refugio de traficantes y delincuentes, pero en los 90 renació con mejoras de su diseño y con incentivos de uso público, como clases de malabares hasta una “sala de lectura” al aire libre. La firma responsable
de ese cambio fue Biederman Redevelopment Ventures, que desarrolló un equipo y una filosofía de gestión tan exitosa que se replicó en otros espacios públicos. Ahora, también nutrirá al parque en lo alto del centro de tránsito de Pelli.
Los organizadores prometen que habrá puestos de artesanías y clases de gimnasia, juegos visuales, música gratis y talleres de redacción a la hora del almuerzo.
El parque, además, busca ser un símbolo del compromiso del Salesforce Transit Center con la calidad ambiental y la sustentabilidad. Se prevé que el consumo anual de energía del edificio sea hasta un 50 por ciento más bajo que los estándares de eficiencia energética de 2008. El proyecto está en camino de recibir una certificación LEED Gold.
Transbay Joint Powers Authority, la agencia pública encargada de implementar el proyecto Salesforce, encargó cuatro obras de arte principales que se integrarán con el diseño del Transit Center.
Cada pieza surgió de una estrecha colaboración entre los artistas y los arquitectos, borrando la línea entre el arte y la arquitectura y haciendo que ambos sean más accesibles para el público en general.
Si bien el edificio podrá parecer una gran oruga metálica, algunos alegorías menos abstractas lo impulsan a convertirse un ícono de San Francisco. Por ejemplo, los autobuses llegan a través de una autopista elevada que se sostiene con una pequeña réplica del puente de la Bahía de San Francisco- Oakland, con una torre y cables que se pueden a lo lejos.