La Lucila se suma al corredor premium de Vicente López
La localidad del GBA Norte se destaca por su identidad barrial. Los valores y cómo se pensó el último proyecto de torre en la zona.
En La Lucila, en la zona entre Avenida del Libertador y el río, el margen para construir torres es muy limitado. Existen solo seis manzanas autorizadas por el código para los edificios en altura y el arquitecto Iván Chomer, CEO de la desarrolladora que lleva su apellido, cree que adquirió uno de los últimos terrenos disponibles.
Su proyecto se llama Selene Libertador y se ubica en la esquina de esa arteria y Darwin. El lote cubre los 1.100 m2 y se obtuvo después de una negociación de más de tres meses en conjunto con el propietario del terreno principal, donde antes funcionaba un negocio del rubro automotor, y los dueños de los terrenos aledaños.
Además del tamaño del lote y la ubicación, en el vértice entre dos vías y en la primera línea frente al río, en Chomer observaron otro fenómeno: a 20 cuadras a la redonda se encuentran las escuelas más caras del país, como el Northlands, el Lincoln, el Tarbut y el San Andrés, entre otros, un dato que evidencia el poder adquisitivo de los vecinos de la zona.
“Antes de meternos a negociar un terreno hacemos un relevamiento y un estudio de mercado de la zona para saber qué se vende y a qué valores. En realidad, lo usamos para tener una base, porque nosotros tratamos de ser formadores de precios con productos que se diferencian por su extrema calidad. Tratamos de agregar valor al barrio”, aclara el arquitecto.
En el perímetro comprendido entre Anchorena y Paraná, sobre Ave- nida del Libertador, la zonificación es T1L, lo que implica una altura máxima permitida de 45 metros más 4 complementarios. Allí la incidencia es alta, de entre 1000 y 1600 US$/ m2 , porque la tierra es escasa.
En opinión del desarrollador, éste área es incluso más exclusiva que Vicente López. “Tiene torres de jerarquía, calidad y elegancia; a diferencia de otras zonas costeras del municipio, en donde hay mucha mixtura. Chomer se refiere así a los emprendimientos de lujo de construidos en los últimos años que conviven con edificios de la década del 70, “degradados y con otro target, porque históricamente esa zona de Vicente López tenía otro status de precios y tipo de clientes”, afirma. Por el contrario, en esas cuadras de La Lucila siempre vivieron familias de nivel so- cio- económico alto”.
Para atender a este público se contrató al estudio M| SG| S| S| S cuyos arquitectos diseñaron un complejo compuesto por 45 residencias distribuidas en tres tipologías: 3 ambientes de 130 m2, semipisos de 6 ambientes con 250 m2 y penthouses de 9 ambientes y 480 m2; todos con dormitorios en suite, palieres privados y balcones aterrazados. Además, tendrá amenities diferenciales, como ingreso vehicular con driveway y drop off, plaza interna con juegos infantiles, patio inglés, piscina cubierta en planta baja y piscina descubierta de 17 metros de largo con vista al Río, solárium, health club, gimnasio completo, salón de usos múltiples con open kitchen, sala de reuniones y de lectura. De acuerdo a detalles del proyecto, el diseño exterior se pensó como un aporte al entorno urbano. La fachada tiene un movimiento que lo distingue del típico edificio entre medianeras. La torre gira logrando las mejores vistas a la vez que ofrece imágenes diversas en todo su perímetro accesibles a través de grandes ventanas y balcones aterrazados.
La preventa oficial se lanzó hace un mes, aunque en rigor comenzó un poco antes, entre clientes y conocidos. Para su comercialización se eligió a dos inmobiliarias de renombre: Salaya Romera, “con mucha experiencia en el municipio”, y Tizado, “que brinda un espectro más amplio porque atiende en muchos lugares del país”. El valor del metro cuadrado arranca en los 4 mil dólares y aumentará a medida que avance la construcción, cuya finalización se estima para 2021.