LA POSIBILIDAD DE EXPLORAR SITUACIONES IRREPETIBLES
Días pasados estuvo Saskia Sassen en Buenos Aires. Fue en ocasión del Congreso Internacional de Urbanismo y Movilidad organizado por el Gobierno porteño. Sassen alertó sobre la cantidad de metros cuadrados que se hacen en las grandes capitales para que nadie los ocupe. Solo como renta financiera (pág. 22). “En todas las ciudades del mundo vemos edificios vacíos, pero lo que realmente está pasando no lo podemos ver con los ojos. Hay enormes ganancias del sistema financiero y grandes pérdidas de hogares, que en realidad son personas sin techo. Los grandes edificios vacíos generan más plusvalía que si estuvieran con gente porque el sector de inversores solo quiere materialidad”, alertó.
Hay otros metros cuadrados más concretos que valen la pena. Desde el Suroeste de la ciudad de Córdoba, llega un proyecto encargado por la Mutual Docente de la Provincia al estudio NOMADA + eypaa (pág. 16). La idea fue hacer que este conjunto de viviendas ubicado en una manzana proponga un tipo de vida similar a la de una casa tradicional integrada al barrio. Es que de alguna manera la calle y el espacio público se prolongan entre los bloques de vivienda. Y en estos espacios, especies de calles-patio, están los accesos a las unidades a la vez que funcionan como lugares de encuentro. Tanto respeto a la tradición tienen estas “casas”, que el lenguaje de sus fachadas tiene una fuerte impronta ladrillera, esa misma que el legendario “Togo” Díaz usó para darle identidad local a La Cañada. Más interpelado por el sitio, Zas Lavarello & Asociados Arquitectos demuestra su destreza para resolver edificios en ubicaciones con terrenos a típicos. “Hemos tenido la suerte de que nos tocara proyectar en distintas situaciones urbanas y en parcelas de notables diferencias morfológicas”, dice Javier Zas. “Si en algo nos esforzamos al proyectar, es en aprovechar cada encargo como una posibilidad de exploración de situaciones irrepetibles”.
Por caso, Arévalo BW3 (pág. 11), en Costa Rica y Arévalo en Palermo, son tres edificios de oficinas ubicados en terrenos muy cercanos entre sí. Son diferentes, pero de la misma “familia”. Sus fachadas en módulos de piso a piso tiene un complejo juego volumétrico que las hace parecidas pero no iguales. Marquisur, en Mendoza y Zapiola (Belgrano R), es un edificio de viviendas en esquina que enfrenta el desafío de tener un frente de 33 metros de ancho (pág. 12) que resolvieron dándole a las salientes de los balcones unas suaves curvaturas, evitando el típico alineamiento ortogonal. Y en el caso del edificio Summers, en Soler al 5700 (Palermo), toman con dos cuerpos sinuosos las alturas diferentes (16 y 29 metros) de los edificios linderos.«