Semi torre de oficinas en Palermo
Dos volúmenes diferentes y una serie de balcones curvos resuelven la diferencia de altura y ubicación de los edificios vecinos.
Summers es un edificio destinado a oficinas, en Soler al 5700, en el barrio de Palermo. Está compuesto por una Planta Baja, que cuenta con los accesos peatonal y vehicular, y un local comercial. El terreno, de 16m de ancho, tiene como vecinos, dos edificios de vivienda multifamiliar, disimiles entre sí. El de la izquierda es un edificio bajo, de 16m de altura, con un desarrollo de 16 m sobre la línea municipal. El otro lindero tiene 29m de altura, ocupa un frente de 25 metros y posee un retiro de dos metros.
Propusimos trabajar con dos volúmenes diferentes, cada uno de los cuales copiara la altura, ubicación y largo de los edificios vecinos. Lo que da como resultado una planta de mayor dimensión, extendida de medianera a medianera entre los niveles de planta baja y 5° piso, y una de menores dimensiones, transformada en semitorre y apoyada sobre el vecino alto entre los niveles 6° y 8°.
El núcleo vertical se encuentra en el centro del edificio, pero es percibido sobre la fachada en el sector de semitorre. Se materializa como un tubo vacío, de ladrillo de vidrio, que se inicia en la fachada de planta baja, a través del montavehiculos y se extiende en toda la altura del edificio, rematando en un ojo mirador.
Este tubo envuelve a las escaleras y permite introducir luz natural en la parte más oscura de la planta, las es- caleras e iluminar el palier.
Propusimos recuperar la utilización de balcones en un edificio de oficinas, practica en desuso, dándoles a los usuarios un espacio semicubierto de trabajo para ser utilizado en los períodos de clima más benigno y a manera de cámara de aire en los más desfavorables.
Como los balcones se encuentran al frente en los niveles inferiores, esta operación formal acentúa el desalineamiento del volumen inferior y superior. En el contrafrente, los balcones se ubican en los niveles superiores y el lateral de la semitorre.
Dichos balcones ondulantes que suavizan la articulación del propio edifico con sus vecinos, generan un segunda piel materializada con una sucesión de lamas verticales de vidrio. Sus grados de apertura permiten controlar la incidencia solar, generando una piel dinámica que transforma la apariencia del edificio. Por momentos se verá más transparente y permeable, mientras que en los picos de incidencia solar, será más opaca y reflexiva.
Las lamas serán serigrafiadas con cinco dibujos de distinta densidad, todos de círculos blancos, que se ubicarán de acuerdo a un estudio de incidencia solar. En los niveles inferiores de contrafrente, la fachada es ortogonal con vanos zigzagueantes de ventanas reflejantes. «