La irresistible seducción del buen interiorismo
Cocinas exuberantes, baños minimalistas, livings seductores, espacios de coworking funcionales protagonizan los espacios de la 35° edición de Casa FOA en el ex Convento Nuestra Señora de la Misericordia de Villa Devoto.
Ficción, escenografía, evocación sublimada, los 44 espacios de la 35° edición de Casa FOA son todo eso. Componen un concierto de estímulos imposible de eludir. Estimulan memorias, potencian sensibilidades, perturban sentidos.
Cada uno a su manera, los espacios nos sumergen en simulaciones tan vívidas como una película, tan emocionantes como un concierto. Nos seducen mediante la sensualidad.
Esta vez, la muestra de arquitectura, diseño interior y paisajismo más importante del país, en su edición 35, transformó un viejo Convento, el de Nuestra Señora de la Misericordia de Villa Devoto.
Instalaciones como “Emotivo: experiencia flúor” (Espacio 39), del arquitecto Juan Pinilla alcanzan la expresión más artística de la categoría. O los pasillos intervenidos con alta maestría por el arquitecto Javier García Gómez (Espacio 5).
Al entrar, en el hall de ingreso, el “Lobby de Hotel” (Espacio 4) de Diana y Eliana Gradel nos golpea con exuberancia de estímulos. Como la “Cocina Gorenje By Ora Ito” (Espacio 9), de los arquitectos Maia Lauferman, Leandro de Angelo, Natalia Alvarez Bonin y el diseñador Lucas Tumburus.
Entre los grandes aciertos se suma el de la Oficina de Networking (Espacio 22), de Megan Dabove, María Verellen, César Stivaletta y del arquitecto Nicolás M. Gattari quienes trabajan en el concepto puro, sintetizando a su máxima expresión el color, las formas y los materiales. En el otro extremo, el espacio 33, “Vivienda para Familia Joven”, de Martín Zanotti nos transporta a un ambiente de equilibrio y sobriedad soberbias. No por nada, mereció el premio máximo.
Estos son solo algunos de los puntos altos de una muestra que está entre las mejores de los últimos años.«