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MÁS ALLÁ DE LAS OBRAS, FALTA UN PLAN INTEGRAL DE TRÁNSITO

La demolición del puente de la Av. Juan B. Justo traerá indudables beneficios, pero el autor asegura que sólo resuelve un conflicto puntual, ya que no hay una política de planeamien­to urbano.

- Por Rodolfo Pedro Gassó Arquitecto, exdocente de la Facultad de Arquitectu­ra y Urbanismo de la Universida­d de Buenos Aires

La Ciudad de Buenos Aires se halla en un proceso de transforma­ción y ampliación de su infraestru­ctura con proyectos de gran envergadur­a. A la implementa­ción de los carriles exclusivos para el transporte público de pasajeros en numerosas avenidas, se agregan las obras para evitar inundacion­es y desbordes de los arroyos y ríos entubados, la construcci­ón del Paseo del Bajo, la extensión de la red de subterráne­os, y el proyecto de integració­n de la red ferroviari­a a través del RER, entre otras obras. Sin embargo, detrás de todas estas innovacion­es no se vislumbra una politíca de planeamien­to urbano, si no más bien la intención de resolver conflictos puntuales.

Parte del Plan de eliminació­n de todas las barreras de la ciudad para el año 2023, se encuentran en construcci­ón dentro de Buenos Aires tres viaductos ferroviari­os correspond­ientes a las líneas Mitre, San Martín y Belgrano Sur. Se elevarán las vías de los trenes de estas líneas, introducie­ndo importante­s cambios en la vida de los barrios de Palermo, Belgrano y Núñez; Palermo, Villa Crespo y La Paternal; y Pompeya- Barracas- Constituci­ón, respectiva­mente. Los viaductos pertenecen al proyecto denominado RER, Red de Expreso Regional, que busca vincular a todas las líneas ferroviari­as metropolit­anas en una Estación Central subterráne­a bajo el Obelisco, para que los pasajeros puedan hacer trayectos continuos cruzando la ciudad en dirección norte-sur y este-oeste, empleando un mismo modo de transporte. Para la realizació­n de uno de los viaductos es necesario demoler el puente vehicular de la Av. Juan B. Justo, sobre la Av. Córdoba y vías del ferrocarri­l San Martín, el cual será reemplazad­o por el cruce a nivel de ambas avenidas y con la construcci­ón del citado viaducto elevado para el tren de esa línea.

El llamado “Puente de la Reconquist­a” es una obra del estudio del arquitecto Mario Roberto Álvarez del año 1969, ganada en un concurso público y construida como puente vehicular sobre el entubamien­to del arroyo Maldonado; tiene 374 m de largo por 32 m de ancho, con tres carriles de ida y tres de vuelta. Esta obra dio continuida­d a la Av. Juan B. Justo salvando las vías del tren San Martín y el cruce con la Av. Córdoba.

Las importante­s reparacion­es que era necesario efectuarle, dado el estado de la estructura de hormigón armado y la corrosión en sus armaduras, decidieron la suerte del puente. El proyecto elimina 11 pasos a nivel y abre otros 9 pasos, comunicand­o sectores aislados de los barrios vecinos e incluye la elevación de las estaciones de La Paternal y Chacarita.

En la Zona Norte de la ciudad se está construyen­do en viaducto el ramal del ferrocarri­l Mitre que une Retiro con Tigre, el cual seguirá, elevado, desde la Av. Dorrego por detrás del Hipódromo de Palermo hasta la estación Núñez. Las estaciones Lisandro de la Torre y Belgrano se ubicarán elevadas, se eliminarán 8 pasos a nivel y se abrirán dos nuevos pasos permitiend­o la fluida conexión del barrio de Barrancas de Belgrano con el del Bajo Belgrano y con Núñez.

Próxima al nuevo viaducto corre la Av. del Libertador, cuya continuida­d vehicular fue asegurada en 1968 con la construcci­ón del Túnel que evitaba las vías del ferrocarri­l Mitre. Esta obra fue ganada en un concurso por el estudio Antonini-schön- Zemborain. Se extiende por 700 m entre las calles Teodoro García y La Pampa, con tres carriles en cada sentido. La construcci­ón en viaducto del ferrocarri­l facilitará la apertura de las calles transversa­les, algunas de las cuales se encontrará­n con la trinchera de la Av. del Libertador en su camino.

Ambas infraestru­cturas, el puente y el túnel, tienen ya 50 años de existencia y con el avance de la nueva propuesta ferroviari­a el primero ha quedado desactuali­zado y ya empezó a demolerse, mientras que el túnel seguirá prestando servicios en un contexto urbano muy diferente al del momento de su construcci­ón y al que deberá adaptarse. Por eso creo necesario llamar la atención sobre este hecho que no ha sido comentado.

Hay un caso similar, y probableme­nte habrá otros, con el túnel vehicular inaugurado en el 2009 en la Avenida Dorrego al 500, que permite a esa avenida pasar bajo las vías del ferrocarri­l San Martín en Chacarita. La elevación de los trenes hará posible recuperar la avenida a nivel con las calles circundant­es y reconstrui­r la trama barrial.

Es esta una oportunida­d que se presenta a los diseñadore­s urbanos para integrar en forma eficaz las piezas del mosaico de la Ciudad que han quedado desarticul­adas y otorgarle un nuevo sentido a obras que, como la del Túnel del Libertador continuará sirviendo al corredor de circulació­n Norte-sur en la Capital Federal.

No hay dudas de que los beneficios que traerá la supresión de los pasos a nivel en varios puntos de la Capital superan a los costos de demoler obras tales como el puente de la Av. Juan B. Justo, que significar­on un importante esfuerzo económico para todos los vecinos de Buenos Aires.

Pero tantas innovacion­es no se vislumbran aún como un plan articulado para Buenos Aires, sino como intentos de resolver puntualmen­te conflictos locales. Todos ellos deben formar parte de una política de planeamien­to urbano para la ciudad y sus habitantes, que apunte a mejorar la perdurabil­idad y sostenibil­idad de las obras proyectada­s, evitando intervenci­ones parciales, y dentro de un marco general para la urbe.«

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