Ambientes integrados a partir de límites difusos
La vida al aire libre es una de las principales motivaciones de esta vivienda. Espacios intermedios y muros vidriados permiten disfrutarla durante todo el año.
La casa está implantada en una parcela del barrio cerrado Kentucky, club de campo de la localidad de Funes. Aquí desaparecen los límites físicos de la cuadrícula tradicional que ofrece la ciudad. La propuesta se desarrolla a través de la lectura e interpretación de los hechos más significativos del entorno, de los cuales surgen las decisiones fundacionales del proyecto, buscando las mejores orientaciones -Norte y Este- cerrándose hacia las direcciones donde el clima se comporta de manera más agreste Sur y Oeste.
De este modo, se conforman dos piezas predominantes bien articuladas, identificables, sin perder noción de totalidad, que dotan de tridimensionalidad al proyecto.
El volumen superior que acompaña la profundidad del terreno, con orientación y aventanamiento corrido hacia el Norte, contiene el sector íntimo. En tanto, el volumen inferior perpendicular al anterior con integración total al Este, alberga toda la actividad social en un espacio que fluye entre sectores cubiertos y semicubiertos en los que el adentro y el afuera dialogan sin un límite determinado. Esto se logra a través de una abertura continua de piso a techo de 18m de longitud, la que se puede plegar en su totalidad para que interior y exterior sean parte de un todo.
La materialidad fue concebida como una estructura de hormigón armado, independiente, con gestos mínimos, la que permite la mayor flexibilidad y adaptabilidad de uso.
Se utilizaron elementos como madera, acero, mármol y vidrio. Éste último juega un papel determinante en el proyecto generando situaciones cerradas y abiertas de acuerdo a su uso y estación del año que jerarquizan y le dan armonía al proyecto.«