Intensidad e integración contra la desigualdad
El edificio–plaza se presenta como un instrumento capaz de consolidar una ciudad más densa, diversa y sostenible a partir de los espacios públicos de calidad.
El proyecto nace a partir del anclaje en diferentes variables del entorno, tanto del tejido urbano como del social. La propuesta del centro cultural y su plaza de acceso busca generar una fuerte vinculación entre la ciudad y el barrio Rodrigo Bueno.
La intensidad y la integración son las características del proyecto, es decir lo contrario a dispersión en términos de configuración y desigualdad en términos de condiciones sociourbanas.
De esta manera, el centro cultural se convertirá en un nodo estratégico para que el proceso de urbanización del barrio se desarrolle con sostenibilidad social y calidad de vida.
Se propone un edificio-plaza, condensador social y concentrador de la vida del barrio, es decir, como un instrumento capaz de aportar al sitio y a la ciudad espacios de encuentro y actividades socio culturales para consolidar una ciudad más densa, intensa y sostenible a partir de los espacios públicos.
La plaza, conformada por el propio espacio abierto y por el edificio que lo abraza, es el corazón del proyecto. El edificio-plaza se alimenta en una doble dirección: arquitectónica y urbana.
Por una parte, es capaz de integrar un sector de ciudad y hacerla reconocible a través del faro como referencia/hito del mismo.
A su vez, las actividades del centro cultural le dan vida y la alimentan de usos. La implantación del principal espacio del edificio, el salón de usos múltiples, contribuye a esta organización del espacio público. Este salón se materializa como un gran volumen que se enfrenta a la plaza, y ambos son escenario de infinitas posibilidades para los usuarios.
En forma lateral al salón de usos múltiples se configura un hall y área de exposiciones donde predomina la condición lineal que permite una rápida comprensión del funcionamiento del edificio.
Este espacio conecta y articula to- das las funciones, enriqueciendo y fortaleciendo el intercambio entre los usuarios y la ciudad. Articulado por una gran escalera lineal que genera diversidad de percepciones en el recorrido y potencia la integración entre espacios interiores y exteriores. Todos los espacios tienen una justificación en necesidades concretas, resultando una propuesta de superficie y costos sensatos, lo que podría sintetizarse como una búsqueda de notoriedad a través de la racionalidad.
En el espacio abierto domina la condición de plaza seca, para posibilitar la conformación de diversas actividades sociales, culturales y cívi- cas, tanto organizadas como espontáneas. Desde este espacio, el edificio es aprehensible por completo en cada momento. Se propone una materialidad ligera y versátil, de fácil construcción, que permita la ampliación, rápida apropiación y legibilidad por parte de los usuarios de la espacialidad resultante y del nuevo espacio público.
Esta propuesta pretende ser un adelanto dentro de un conjunto de iniciativas. Sin embargo, se deberá avanzar en la articulación de diversas acciones, que incluyen el mejoramiento de las condiciones de las viviendas como un instrumento de inclusión y derecho a la ciudad. «