1° Premio Casa MC en Pinamar, Arquitecto Antonio Carrasco,
En Costa Esmeralda, una vivienda compuesta por dos cuerpos en forma de “T”. Un conjunto de terrazas se articulan con los espacios interiores y el conujunto se independiza de la topografía.
Un médano con mucha pendiente rodeado por un bosque de eucaliptos, son las referencias iniciales de esta vivienda de veraneo. La casa se presenta como un mirador que consigue declarar y mantener su privacidad mediante la separación del terreno.
La solución adoptada se compone de dos cuerpos colocados perpendicularmente sobre una plataforma principal, que hará de transición entre las irregularidades topográficas y las superficies horizontales necesarias para el programa. Una circulación conecta las diversas partes de la casa, abriéndose a media altura a un jardín, que adaptara la volumetría general de la edificación a los accidentes naturales del terreno.
El acceso se planteó a la manera de un vestíbulo al aire libre, como si fuera una terraza abierta que permite una relación dominante sobre el entorno, conformando una separación y filtro que pone distancia entre el espacio privado y la calle.
La razón de la extender la vivienda en alas responde, principalmente, al intento de privatizar el espacio de la casa por medio de la disposición de la construcción en la parcela. El eje horizontal de la “T” construye el límite lateral del recinto que, gracias a su espesor, es una ayuda para amortiguar los ruidos que llegan desde el bulevar. Y el eje vertical la divide en dos partes: un gran porche y un semicubierto que nos permite cruzar desde el exterior hacia el exterior.
Estas terrazas ayudarán a estructurar las relaciones espaciales entre las zonas pública y privada de la vivienda, a la vez que son las dominantes sobre el paisaje circundante, logrando un nuevo carácter de uso exterior que supera el ya dado.«