Infraestructura para el ecoturismo en Santa Fe
El proyecto de tesis de alumnos de la Universidad Nacional del Litoral desarrolla un complejo flotante para generar un área turística y operativa en el Parque Nacional Islas de Santa Fe.
Argentina cuenta desde el año 2010 con el Parque Nacional Islas de Santa Fe, un área natural protegida de 4.096 hectáreas compuesta por ocho islas deltaicas ubicada a la altura de Barrancas (Santa Fe), sobre el Río Paraná. Actualmente, depende administrativamente del Parque Nacional Pre Delta, ubicado en Diamante (Entre Ríos) y no cuenta con infraestructura para el acceso público.
Luego de estudiar el funcionamiento del sistema hídrico y el comportamiento de las islas, decidimos trabajar sobre la Isla el Grillo, equidistante a las ciudades de Santa Fe y Paraná, y accesible únicamente por el agua luego de 50 minutos de navegación.
La zona turística sobre la isla contempla sectores de acampe y recreación y de excursión. La propuesta arquitectónica trabaja en la resolución de 3.200m2 que componen la zona de uso público intensivo destinada a la recepción de los visitantes. El portal de acceso recompone una porción del borde de la isla, inundado artificialmente. El dragado del borde costero se realiza a los fines brindar el resguardo necesario a la edificación ante los considerables efectos de empuje que ejerce el cauce principal.
La imagen principal del acceso la compone un conjunto de muelles flotantes utilizados como área de embarque y para el amarre de embarcaciones, un faro referencial y el edificio del acceso principal que comprende múltiples funciones.
Se estableció una barrera visual entre el acceso principal y el área lagunar generada por vegetación autóctona. Una vez comenzado, el recorrido el visitante se encontrará con conjunto de edificios flotantes dentro de la laguna conformando una imagen diferente al paisaje característico de los cauces principales (Canal de acceso y Paraná Viejo). En este sentido, cada elemento y obstáculo está diseñado para que el espacio pueda ser redescubierto una y otra vez creando una atmósfera rica en ambientes que establece un fuerte vínculo entre la arquitectura y el paisaje.
En la laguna se ubicaron tres edificaciones circulares conectadas por medio de una pasarela peatonal flotante: un centro de investigación, otro de interpretación de la naturaleza y un mirador como remate del recorrido. El perímetro de espacios semicubiertos responde a funciones bioclimáticas, y permite recorrer y aprovechar las vistas hacia el parque.
En su relación con el contexto el conjunto, la propuesta no intenta ocupar el rol protagónico sino más bien todo lo contrario, no hace más que realzar las características del paisaje. La arquitectura no se impone ante naturaleza, sino que convive y se adapta a ella.
La resolución morfológica se generó a partir de establecer diferencias entre las características ambientales del cauce principal y la laguna. Para el acceso se recurrió a una geometría rectangular que recompone tanto en planta como en altura el perfil isleño.
El centro de investigación, el de interpretación de la naturaleza y el mirador, se trabajaron a partir de geometrías circulares. Estas morfologías anclan los edificios al contexto, siendo muy identificables por su marcada presencia objetual en el paisaje.
La vasta extensión del territorio abarcado en el proyecto implica una gran complejidad a la hora de determinar acciones de control, planificación y preservación. Se proyectó la subdivisión del área y la definición de nodos operativos conformando un sistema. Esta solución asegura la cobertura total por parte del cuerpo de guardaparques, en lo que refiere principalmente a las tareas de supervisión sobre las zonas intangibles.
La utilización de sistemas constructivos flotantes responde eficientemente a la planificación del sistema garantizando dos aspectos: la operatividad total del parque no se ve afectada en períodos de crecida; y la implantación de los nodos sobre medio acuático posibilita el desarrollo de las tareas necesarias para la elaboración de un plan de manejo.
Se desarrolló a nivel de anteproyecto un destacamento flotante que contempla espacios para las múltiples tareas de control del personal de guardaparques. El centro cuenta con dos dormitorios divididos por sexo como así también los baños, cocina, lavadero, estar, comedor, depósitos con sala de máquinas, además de espacios semicubiertos. Su alzado conforma las características morfológicas de un galpón industrial y sus envolventes son de chapa. Para su resolución arquitectónica se aplican las técnicas constructivas desarrolladas y las consideraciones de los sistemas sostenibles.
El sistema de flotación consiste en una caja de hormigón armado con un entramado de vigas en su interior. Los espacios que genera esta retícula están rellenos con bloques de polietileno expandido de alta densidad (EPS). En su cara inferior se coloca una capa de ferrocemento que evita desprendimientos de EPS que puedan contaminar el agua.
Para lograr las grandes dimensiones de las bases y optimizar el proceso constructivo, se decidió separar las plataformas en piezas modulares que posteriormente se unen mediante conexiones rígidas.
Este proceso implica que la construcción se lleve a cabo en un sitio diferente al de implantación. Así se evitan altos costos logísticos de mano de obra y materiales y se garantiza una construcción que cumpla con los estándares de calidad, respecto a la construcción directamente en la isla. En este sentido, el lugar elegido para su pre-construcción es la rampa del ex embarcadero de la balsa La Maroma, situado sobre el Río Colastiné y con acceso vehicular hacia la Ruta Nacional 168.
El proceso de la construcción arranca sobre la rampa, con los módulos que constituyen las bases. Y su posterior puesta a flote, amarrados a la costa. Cuando se completa la base, se construye la caja habitacional sobre la misma y se transporta mediante buques remolcadores al sitio de intervención.
Todo lo que se construye por encima de la base de flotación, se realiza con sistemas constructivos livianos, para favorecer a la flotabilidad y equilibrio del conjunto. La estructura principal es de columnas y vigas metálicas, con piso y tabiquería del sistema de steel frame y aberturas con doble vidriado hermético.
El conjunto presenta cubierta plana en el portal de acceso, en los edificios circulares tiene forma cónica y sus pendientes varían entre el 8 y 12%. Para disminuir la carga térmica solar se colocan bandejas modulares plásticas, generando una cubierta ajardinada.
Para evitar desplazamientos involuntarios y mejorar las condiciones de estabilidad se utiliza un sistema de amarre elástico. Está compuesto por un cable de caucho reforzado y cuerdas de poliéster, que son amarrados desde las placas de acero naval insertas en las bases de flotación, a bloques de hormigón armado situados en el fondo del lecho. Estos sistemas tensados funcionan en niveles de variación de agua de hasta 35 metros.
Las condición remota de la Isla El Grillo imposibilita el acceso a los sistemas de servicios básicos. Con lo cual, se debe recurrir a la aplicación de métodos o a la utilización de tecnologías para satisfacer estas demandas. En tal caso, su elección implica la utilización de recursos naturales renovables para minimizar el impacto ambiental, evitando todo tipo de contaminación, factor fundamental para la preservación del área protegida.
Los sistemas o estrategias seleccionadas son: equipos fotovoltaicos off grid (generación y almacenamiento energía eléctrica), sistema solar térmico hipe pipe (producción y almacenamiento de agua caliente), planta potabilizadora de agua, sistema de climatización VRV y sistema para el tratamiento de efluentes. «