Protección.
Recubrimientos de epoxi y poliurea para impermeabilizar pisos, muros y cubiertas. Las diferencias entre ellos y cuándo conviene emplearlos.
Qué productos usar para cuidar grandes superficies de hormigón y metal.
Los recubrimientos epoxi y de poliurea no son pinturas, aunque lleve a la confusión que algunos productos para pisos tengan componentes epoxi para hacerlos más duraderos.
Un recubrimiento epoxi es en realidad una resina termoestable que actúa como una barrera para proteger a un material, particularmente el hormigón por su adherencia. Es muy utilizado por su bajo costo, aunque en algunas circunstancias pierde eficiencia y conviene reemplazarlo por la poliurea, más resistente y extremadamente flexible.
El color de un recubrimiento epoxi puede desvanecerse con el tiempo si está expuesto a la luz solar. Además, requiere de más tiempo de curado que la poliurea. Por otro lado, colocado en pisos, los recubrimientos epoxídicos se pueden dañar con el calor de las llantas. Además, no son resistentes a productos químicos como el combustible.
El sistema de protección de poliurea se aplica sobre una superficie y conforma una membrana monolítica debido a la alta reactividad de sus dos componentes.
El producto se emplea como recubrimiento elástico de sistemas aislantes (poliuretano o poliestireno expandido), protección de superficies metálicas y de hormigón, también para la impermeabilización de grandes superficies como terrazas o cubiertas, muros y pisos industriales.
La forma de aplicación por proyección de la poliurea permite recubrir de manera íntegra todo tipo de superficies con geometrías difíciles, generando una película protectora, resistente a los agentes químicos.
“La acción del agua es uno de los factores que más afectan a las grandes construcciones: pueden causar el desgaste del hormigón, daños en la estructura de hierro, cortocircuitos en la parte eléctrica e incluso pérdida de la resistencia estructural”, explica Marcelo Rosa, responsable en Poliuretanos de BASF. Además, destaca la importancia de impedir el ingreso de agua en las estructuras de hormigón. Para lo cual es adecuada la poliurea Elastocoat, que también se puede aplicar sobre metal y madera.
Este producto se aplicó en la ampliación y readecuación de la Planta Depuradora Primera Cuenca de Bahía Blanca. La aplicación por proyección en caliente a alta presión de la poliurea permitió recubrir grandes superficies íntegramente en corto tiempo, y también cubrir superficies con geometrías difíciles. El producto forma una película resistente a los agentes químicos, en una capa continua, uniforme, sin fisuras y de habilitación casi inmediata.
Se trata de un producto estable biológicamente y se puede aplicar en cualquier espesor, evitando una aplicación multicapa. «