DE LA CASA MÁS PEQUEÑA AL ATRIO MÁS ALTO DEL MUNDO
Editorial
Desde una casa-estudio mínima en Rosario a una descomunal torre (¿o torres?) en China, pasando por el diseño de un fragmento urbano para un predio cercano al Estadio Único en la ciudad de La Plata. Estos son los temas que reunimos para esta edición del año que acaba de comenzar.
Es que para la buena Arquitectura no hay límites de dimensión, escala o programa. Y con esa premisa los compartimos en estas páginas. Para que, después de analizarlos, estudiarlos y cuestionarlos, podamos incorpora nuevas experiencias en nuestra caja de herramientas. ¿Quién hubiera dicho que tanta cosa se podía hacer con un lote ínfimo de tan solo 4 x 4 metros? Sin.tesis Arquitectos, logró hacer una casa-estudio de unos 60 m2 apilando las funciones, uniéndolas por una escalera caracol (pág. 8). Y generando una fachada de gran síntesis que, sacando partido del material, logra diversas relaciones interior-exterior, a la vez que ventila e ilumina las diversas estancias de la casa. El segundo caso involucra lo que se ha dado en llamar Nuevo Urbanismo. Joel Nehemias, Sarla Dujanoff y Martín Bravi Costantino, de la cátedra Guadagna-paez de la UNLP, ganaron una de las menciones del Premio Nacional Clarín-sca para Estudiantes 2019 (pág. 12). Propusieron un nuevo tipo de tejido formado por la combinación de planteos modernistas y supermanzanas ecológicas inspiradas en las propuestas del ecólogo Salvador Rueda. ¿El objetivo? Revitalizar el espacio público dinamizando las plantas bajas. En el otro extremo, justo abajo de nosotros, en Beijing, Zaha Hadid Architects nos sorprende con una torre ubicada sobre las vías del subte (pág. 14). Pero esta vez, las habituales formas nerviosas explotan en el interior del edificio creando un atrio de casi 200 metros que hace más transparente la mole de oficinas, lleva iluminación a lo más profundo de la planta y además sirve de chimenea térmica.
Aunque parezcan caprichosos, los diseños de ZHA no tienen nada de eso. Leeza SOHO es una torre de núcleo central, tal como aseguran los expertos que tienen que ser este tipo de construcciones. Así, cada ocupante, cada oficinista, no está a más de unos 10 metros de la envolvente exterior y de la luz natural. Dicho sea de paso: ¡que desafío para los asesores en carpintería resolver racional y eficientemente los encuentros de esta piel de vidrio con múltiples curvaturas! Como cierre vale la pena reforzar lo que dice Vicenta Quallito, directora de Arquitectura de la UAI, en La 0.3 (pág. 7): “hay que pasar de ambientar proyectos a proyectar ambientalmente”. Con Vitruvio no alcanza.«