El patio central como regulador bioclimático
En Barcelona, el esquema funcional de las 26 viviendas sociales propone una nueva estructuración interna de las unidades. Configura un anillo circulatorio y de servicios alrededor de un patio, el cual también colabora en la regulación térmica.
El edificio de viviendas de Can Batlló es el resultado de un concurso público que convoca el Patronat Municipal de l’habitatge de Barcelona en un terreno que limita con la antigua fábrica textil de Can Batlló, declarada de interés público, en el corazón del barrio de Sants.
El sitio ofrece tres fachadas abiertas a condicionantes urbanos muy diferentes que el estudio de arquitectura Espinet /Ubach supo aprovechar. El volumen del edificio se plantea como el remate de la calle de Parcerisa y su fachada principal da al espacio vacío de Can Batlló.
“El lema del proyecto del concurso ‘abriendo caminos’ orientaba a la idea de un envoltorio edificado de alturas diferentes acordadas a la altura reguladora de cada calle sobre un espacio vacío interior y central. Este planteo inicial permite explorar las ventajas del patio no sólo como elemento de iluminación y ventilación sino también como instrumento de conectividad”, explican los autores. También pensaron ese hueco como un regulador bioclimático para el edificio.
“El orden formal nace de la centralidad del patio”, explican. Más allá de ser el espacio de paso hacia las viviendas, el mismo se convierte en “el óculo que abre hacia el cielo y expulsa aquello nocivo que se produce en su interior” gracias a la corriente de aire que se genera.
El edificio mantiene un espacio generoso a nivel de la calle y agranda el acceso de peatones hacia el parque de Can Batlló. El tratamiento de fachadas incide sobre esta voluntad. Blanca y luminosa con perforaciones verticales en las plantas de viviendas; y gris oscuro en el tratamiento de la chapa ondulada en la línea de la planta baja. El edificio flota por el contraste cromático de los dos colores.
Los proyectistas plantearon una nueva forma de entender la estructura interna de las viviendas. Configuraron un anillo de servicios alrededor del patio: espacios de servicio ubicados en la corona interior y espacios servidos, flexibles, sobre la fachada exterior.
La envolvente del edificio va mutando para encontrar el mayor ensamble visual con el entorno. Fractura del plano de fachada, ausencia de ortogonalidad y de orden geométrico de las paredes divisorias son algu
nas estrategias proyectuales.
La totalidad de las perforaciones de la fachada mantienen el carácter vertical con uno, dos, o tres módulos según sea el espacio interior que sirven. En todos los casos, el cierre integral se resuelve con un sistema de persianas plegables de aluminio.
El patio constituye a un mismo tiempo el lugar de socialización comunitario y un espacio de tránsito y de juego de visuales. Las barandas actúan de tamizadores de la luz y de las vistas, están construidas por pletinas metálicas galvanizadas colocadas en paralelo y ortogonales en el plano de la baranda.
El anillo circulatorio interno que sirve de acceso a las viviendas permite articular seis unidades por planta, con todas las dependencias iluminadas al exterior excepto el lavadero. Las tipologías son casi idénticas en las plantas intermedias, con dos o tres dormitorios y cocinas integradas. Por último, el juego de volúmenes de la fachada en el nivel 5 permite ubicar dos unidades de viviendas de 4 dormitorios en dúplex. «
Can Batlló
Autor. Espinet/ubach Arquitectes - Pedro Ondoño arquitecto asociado Jefa de proyecto. Arq. Berta Grau Equipo de proyecto. Marta Longo, Miquel Miralles
Estructuras. Bis Arquitectes y Àrea 5 Ingeniería. Josep Ma Delmuns y Josep Zaldívar
Dirección Ejecutiva. Ardèvol Associats Arquitecto técnico. Enric Iturbe Arquitecto PMH. Daniel López Constructora.
Cartuja Inmobiliaria, SAU Fotógrafo. Pedro Pegenaute
Superficie total. 3.949 m2 .