Cómo afectará la pandemia al mercado de oficinas
La cuarentena obligó a las empresas a practicar el home office. Especialistas analizan cómo influirá este nuevo comportamiento.
La declaración de obligatoriedad del aislamiento llegó el 19 de marzo por la noche, con vigencia desde las cero del día siguiente. Y si bien hay empresas que tenían previsto que la mayoría de sus empleados trabajaran desde sus casas, la verdad es que el anuncio impuso la necesidad de un brusco cambio en la organización.
Con dos semanas de experiencia de home office, las empresas evalúan la eficacia de esta modalidad ¿Podrá cambiar esta vivencia la forma de trabajar y, por ende, las vacancias y valores del mercado corporativo?
Alejandro Gawianski, presidente de la desarrolladora HIT Group, intenta responder esta cuestión: “Claramente, el Covid-19 vino a transformar digitalmente nuestros hábitos, el home office nos enseñó que podemos trabajar en forma remota pero también que no queremos hacerlo siempre”.
En la misma línea se pronuncia Mariana Stange, asesora especializada en el segmento corporativo. La ingeniera sostiene que “el mercado cambiará, aunque aún no podemos decir cómo y de qué manera. No creo que pasemos al teletrabajo total porque el encuentro personal suma y enriquece, pero seguramente las empresas asumirán el trabajo remoto para una mayor parte del personal”.
Por su parte, Flavio Galli, CEO de Grupo Tueroc, arriesga: “Si bien el Coronavirus puede haber causado un aumento en los empleados remotos, lo cierto es que esto ya venía ocurriendo y se evidenciaba mucho en las empresas de tecnología, informática y comunicación, con una importante cantidad de trabajadores itinerantes. Estas empresas, así como otras que tienen similar cultura de trabajo, encuentran como fortalezas de la modalidad el que disminuyen considerablemente sus gastos generales, amplían el horizonte en la captación de recursos humanos, logran un espacio de productividad más efectivo, y hasta reduce los días de enfermedad, algo que considero, desde ahora, se evaluará de mayor manera”.
“Las empresas buscarán flexibilizar sus costos fijos variabilizando su inversión en un formato más de cowork o SAAS (Spaces as a Service), en los que la desarrolladora administra los espacios de manera tercerizada”, agrega Gawianski.
Stange acota que la cuarentena desaceleró el mercado, y admite que ya venía con esa tendencia, que ahora se profundiza. “No creo que caigan los valores de ofrecimiento, pero sí habrá, según el caso, negociaciones más agresivas y sobre todo creativas.
Por ejemplo, valores más bajos el primer semestre o primer año de contrato, que luego se equilibrarán los últimos años, tendiendo a un promedio similar al actual. Otra opción podría ser otorgar más meses de gracia al principio del contrato”.
La tasa de vacancia en las oficinas A+ se mantiene por debajo del 10%, lo que contribuye a sostener en una franja estable los precios. Es por este motivo que la especialista considera que será la categoría B (de mayor vacancia) la que sufrirá cambios más significativos.
Gawianski hace el mismo análisis, dado que la tasa de vacancia es baja tanto en oficinas premium como en coworking, lo más factible es que se preserven los valores, aunque advierte: “Si caen algunas empresas, aumentará la vacancia. Creemos que el modelo minorista se achicará, pero esperamos crecer en el corporativo; y para eso, apoyamos a nuestros clientes en algunos casos con descuentos, en otros, financiando los costos de las membresías”.
Para concluir, Galli subraya un posible cambio en el diseño de los nuevos edificios: “No creo que estemos frente a una revolución que genere una eliminación masiva de los empleados de su lugar de trabajo. Sin embargo, sí considero que habrá un gran trabajo de parte de los proyectistas que deberán repensar en un diseño de oficinas donde puedan convivir actividades en el lugar con tareas remotas, generando espacios flexibles, así como ver la manera de adoptar más cualidades residenciales para crear un ‘hogar lejos del hogar’, dentro de la oficina”.«