El nuevo escenario que planteará la reactivación
Referentes del sector inmobiliario detallan la estrategia con la que empiezan a ponerse de pie. ¿Qué pasará con los precios de las propiedades?
La paulatina apertura de la cuarentena permite prever a los desarrolladores un cierto horizonte de normalidad. Por lo pronto, los empresarios argentinos ya están ensayando en países limítrofes el procedimiento con el cual reanudarán las obras ni bien lo tengan permitido. Santiago Tarasido, CEO de CRIBA, explica que “En el caso de Uruguay reabrimos nuestras obras sin inconvenientes aplicando el protocolo establecido. Se construyeron pasarelas de acceso con demarcaciones para indicar la distancia que debe respetar cada individuo. En el ingreso, las personas reciben los elementos de protección personal necesarios como tapabocas y lentes de protección. Posteriormente, deben avanzar al sector sanitario, provisto de alfombras higiénicas y lavatorios separados por dos metros de distancia. Finalmente, un profesional de la salud controla la temperatura corporal mediante un termómetro digital, en presencia de un representante de nuestro equipo de seguridad”. Y aclara que al menos “en estas primeras semanas no se han reportado casos sospechosos”.
Por su parte, Juan Gils, Director de Casa Tuá, desarrolladora con base en Asunción, Paraguay, señala que, en su caso, establecieron “un protocolo compuesto por varios pasos”. El primero de ellos en el traslado desde la casa hasta la obra; luego el ingreso a la construcción con medidas de seguridad auditadas por profesionales; en tercer lugar, la distancia de trabajo tanto en obra como en la hora de descanso, con hincapié en la higiene; el cuarto, cuando se retira el personal, replicando el sistema de ingreso. También se refuerza la comunicación sobre la prevención tanto en la vía pública como en la obra con ploteos en todas las zonas con mensajes relacionados a prevenir el contagio de coronavirus.
Con medidas de precaución, el mercado podría volver a operar e incluso volverían los lanzamientos. Para el inversor y educador financiero Diego Álvarez Espín, “entre los ganadores de este contexto podemos identificar a los ‘atesoradores’, quienes tengan ingresos en divisas, quienes estén vinculados a actividades que no sufran la paralización de Covid 19 o que, por el contrario, vean incrementados sus potenciales ingresos por este nuevo escenario”. Sin embargo, no percibe un panorama de descenso abrupto de precios a pesar de que ciertos factores, como la baja en dólares de los precios de construcción, la pueden prever. “Como el propietario de nuestro país generalmente no tiene deudas, las caídas en los precios de los inmuebles se darán solo en aquellos casos donde el propietario tenga la necesidad de vender o porque el ‘factor de utilidad’ de ese inmueble para el propietario haya disminuido por razones propias (mudanza, divorcio, herencia) Por otra parte la tierra urbanizable es escasa y sigue el mismo comportamiento”.
Luis Guido, director de la desarrolladora GRID, coincide: “Todo hace pensar que los valores de las propiedades bajarán su valor en dólares, ya que es previsible que haya una menor demanda debido a la falta de liquidez. En un mercado más retraído aún que el actual, probablemente se generen oportunidades en quienes necesiten vender, ya sea porque tenían la decisión tomada o para cubrir gastos personales o empresariales derivados de la inevitable crisis económica que enfrentaremos”. De todos modos, asegura que “no es previsible un ‘derrumbe’ de los valores, ya que la deuda hipotecaria es mínima”.
Las consecuencias económicas del brote de esta Covid - 19 serán tan determinantes para todos los sectores que, como explica el mismo Guido: “Aunque la propiedad ‘pierda’ valor pospandemia, ¿qué otra inversión (de cualquier tipo y a nivel global) puede garantizar que no lo haga?”.«