Objetos nacidos del universo de la ilustración
La diseñadora Mariana Zerman desarrolló accesorios a partir de creaciones de Krysthopher Woods.
Es común que en el mundo del diseño, muchos emprendimientos nazcan de la admiración que despierta una época o una ideología. La historia del Art and Crafts inglés, o de la propia Bauhaus, es un punto de partida recurrente. La magia integradora que existe en esas búsquedas de coordinación entre arte, diseño y artesanía resultan altamente atrayente.
Justamente son estos movimientos históricos los que impulsaron a la diseñadora gráfica Mariana Zerman a lanzar Grusonii (IG: grusonii.oficios), la cara visible de una iniciativa que reúne a la propia Mariana, como creadora y organizadora, con ilustradores como Krysthopher Woods, el trabajo de Serigrafía Kasera, la encuadernación de Estudio Flirt y la confección de Natalia Alayón.
“Grusonii propone objetos manufacturados con diseño, un diseño que nace de la propuesta creativa del ilustrador”, explica Zerman. Su primera edición surge de la llamada Cápsula Woods, tres objetos generados desde el universo de Krysthopher. Una bolsa, un póster y un cuaderno.
Woods es un dibujante altamente intuitivo, es un creativo que establece un diálogo silencioso entre ilustraciones llenas de vida cotidiana. Muchos de sus personajes son mascotas, muy parecidas a su gato.
No por casualidad, para Grusonii, el ilustrador creó un felino enredado en lana y algo enojado, lo llamó Furia Gatuna. También hizo una bruja con gato y libros (Bruja Lectora) y una chica con un gato, dos de los personajes de “Al despertar”, el libro de cómic que acaba de lanzar Woods.
Con todo eso en mente, Zerman creó el cuaderno cosido a mano en tamaño A5 y 30 hojas lisas, al que le puso tapa y contratapa ilustradas con nueve posiciones de chica y gato jugando, una serie que establece mil historias posibles, todas contadas desde la gestualidad de los dibujos.
Bruja Lectora y Furia Gatuna fueron a parar a las tote bag, una sobre tela cruda y otra sobre azul o negro. Las bolsas son suficientemente altas como para guardar una laptop, y del tamaño adecuado para colgar del hombro o llevar en el brazo con las manijas de cinta tipo marinera. Adentro, un bolsillo y una cinta para colgar las llaves amplían su utilidad.
Además, esta Cápsula Woods se completa con un póster del ilustrador en el que aparece la chica en su mesa de trabajo con plumas, papeles, marcadores y, por su puesto, su gato.
“La idea es ir abriendo el abanico de objetos, que vayan apareciendo otros de la mano de nuevos ilustradores. Grusonii busca que se destaque cada parte de la producción, visibilizando los oficios y sus artífices que participan. Que se muestre y se nombre a las personas que intervienen en el proceso”, explica Zerman.
Los accesorios están hechos a mano de principio a fin y las ediciones de la marca son a pequeña escala.
“A Grusonii le copa el olor a la tinta serigráfica; los cuadernos para arruinar con nuestros dibujos, las bolsas de tela que parecen de las compras y con las que podés ir a todos lados, porque entran un montón de cosas y son súper cómodas, y además, están bien hechas”, explica Mariana como si su marca fuera una persona con vida propia, una persona a la que le gusta que sus objetos parezcan todos iguales pero, al estar hechos uno por uno, sean diferentes y, por eso, sean como una “obra” única.
Cada serie es un mundo coherente dentro del universo de cada ilustrador. Cómo lo es el universo Grusonii propiamente dicho, un proyecto que arrancó en las redes y define su identidad visual con posteos originales, eludiendo el clisé y usando recursos ajenos a esa plataforma digital. Tipografías, paleta de color, entrecruce de imágenes y de textos que funcionan también como mensaje. Un universo propio, lo dicho.«