CASA FOA Y SU EFECTO ATRACTOR
El viernes 15 abrió al público la 39° edición de Casa FOA en el edificio racionalista que ocupó el Tiro Federal en Núñez y cuyo futuro anticipa la nota de Liliana Carbello (pág. 22). En la elección de cada sede, sus organizadores siempre han logrado una sinergia entre la locación en cuestión y algún mensaje asociado a ella. Desde la visibilización de un edificio con historia para su puesta en valor. Por ejemplo, el Convento de Santa Catalina (en 2001) que ahora elijo por sobre otros porque me da pie a presentar “La 0.3” del arquitecto Lucas Terra Brandes en la que insta a ampliar el concepto de “patrimonio” (pág. 11). Otras veces, Casa FOA visibilizó un área de la Ciudad que atravesaba un proceso de transformación. Fue el caso del Dock 5 en Puerto Madero, en 1993, cuando del otro lado de los diques aún todo estaba en proyecto. Ahora, justo 30 años después, el Parque de Innovación, una porción de 167.700 m2 de la ciudad con enorme potencial, estará en la vidriera.
El predio que se extiende desde Av. Del Libertador hasta Av. Lugones, y entre Av. Udaondo y la estrecha calle que lo separa del Cenard, avanza en su transformación de acuerdo a un masterplan producto de un concurso nacional de ideas realizado en 2016, promovido por el Gobierno de la Ciudad y organizado por la FADU- UBA.
El Gobierno porteño buscaba desarrollar un campus destinado a instituciones vinculadas a la enseñanza, la investigación y la creatividad, en el que la propia UBA tuviera una sede.
En las bases del concurso no vinculante, Luis Bruno, por entonces decano de la FADU, destacaba el rol de esa institución para “duplicar la garantía que, de por sí, ofrece el Estado a la comunidad en su conjunto, tanto a los que estén de acuerdo con la iniciativa como a los que no.” La respuesta del proyecto ganador, a cargo de un equipo encabezado por Alberto Varas, fue una pieza urbana compleja en la que la idea de parque prevalece. Los espacios públicos actúan como interfase de un entorno complejo y particular que incluye usos mixtos como residencias, oficinas y comercios. “Crear un enorme parque en ese sitio resultaría absurdo, un lugar inhóspito, imposible de usar”, expresó Varas por entonces. El masterplan en cuestión habilitó solo un grupo de torres sobre Del Libertador, cuya construcción acaba de iniciar Landmark Developments, con proyecto de Estudio Aisenson (pág 4). En cambio, no hay indicios de que se vaya a concretar lo que Varas definía para el extremo opuesto: un puente-parque que materializaba la tan necesaria conexión de la ciudad de tejido con la Ciudad Universitaria y el río. «