Creatividad en busca de nuevos paradigmas
Siete referentes aportaron reflexiones sobre el presente y el futuro del diseño en la era de las nuevas tecnologías.
Las charlas TED (de tecnología, entretenimiento y diseño) surgieron en los ’80 en Estados Unidos. Cada orador tiene 20 minutos para contar su historia con imágenes. En 2009, se sumaron las TEDX, versiones locales organizadas en forma independiente. Un ejemplo de ellas es la que hace Fabián Solano Balderrama en Buenos Aires con el nombre Tedx barrio san nicolás( el centro porteño).
En la que se realizó el mes pasado en el Centro Cultural General San Martín (CCGSM), Diseño y Creatividad, siete referentes reflexionaron sobre sus quehaceres a la luz de las nuevas tecnologías. ARQ seleccionó las charlas de cuatro de ellos.
“Ya llevamos hechas unas 10 charlas. Nos interesa generar espacios donde se conecten personas e ideas; hacemos foco en la juventud y buscamos que los oradores sean disruptivos, creativos e innovadores. Convocamos al ecosistema emprendedor porque nos gusta mucho el networking y poder juntar distintas visiones en un mismo evento”, dijo Solano Balderrama.
Una buena forma de romper el hielo: el artista visual y diseñador gráfico Diego Rivero reveló que, a pesar de sus muy juveniles 44 años, sobrevivió a tres tumores cerebrales. “Me salvé porque soy un ninja. Por eso, mi seudónimo artístico es Ninja Arte”, explicó. No es casual que su obra esté inspirada en el manga, el animé y, sobre todo, en Mazinger Z.
“Empecé a dibujarlo en las paredes de Palermo y se ve que gustó. Me lo encargaron para murales en bares, restoranes de sushi y locales comerciales. Siempre me piden especialmente que lo incluya y, por supuesto, lo hago”., agregó Rivero.
Casualmente, o no tanto, parte de sus obras están expuestas unos pisos más abajo, en la plaza seca del CCGSM: son decenas o cientos de afiches pequeños pegados uno junto a otro conformando un mural.
En esta oportunidad, fue una gran sorpresa escuchar a un fotógrafo de vasta experiencia, Jonás Papier, muy entusiasmado con la forma en que su oficio “se universalizó y democratizó gracias a las cámaras de los celulares”. Un notable signo de apertura
De hecho, empezó preguntando si entre los presentes había alguien que no hubiese sacado alguna foto en los últimos tres días. Nadie levantó la mano. Luego alentó de todas las formas posibles esta práctica y dio consejos: “tengan presente que la luz directa genera sombras en los retratos”; “acérquense sin miedo a lo que quieran fotografiar” y “presten atención a la figura y el fondo”, entre otros.
Como para reafirmar que no reniega de las nuevas tecnologías, mostró también sus propios experimentos de “fotos” creadas con la inteligencia artificial CHATGPT en las que dio vida a artistas como Frida Kahlo y Vincent Van Gogh, posando en imágenes hiperrealistas con una cámara de fotos en mano y con sus propias obras como fondo.
La diseñadora e ilustradora Laura Varsky, además de presentar la gráfica aplicada al juego de vajilla Amazónica, brindó una charla con alto contenido conceptual.
Para empezar, cuestionó que en el proceso creativo se ponga un énfasis excesivo en el producto final: “Antes que eso, es necesario concentrarse en cómo se llega a él”, aseguró.
Además, citando al pionero William Morris, destacó que en el diseño “es posible distinguir, por un lado, el campo de la utilidad y la funcionalidad, y, por otro lado, el de la belleza y la estética”. Pero agregó un tercer campo: “El de lo simbólico, que supone al acto de diseñar como un hecho cultural en el contexto de la sociedad en que se inserta. Por eso, cuando diseñamos nos enfrentamos a una realidad que debemos decodificar para generar algo nuevo”.
También Varsky cuestionó la forma en que, según ella, se enseña el diseño en las facultades y academias: “Se suele decir que se trata de encontrar la solución para un problema, pero yo entiendo que la realidad nos presenta oportunidades en lugar de problemas, y así nuestro trabajo se vuelve más interesante”.
A su turno, el diseñador editorial Ezequiel Cafaro, especializado en libros de arte, gastronomía, diseño y fotografía, expresó su postura: el diseño “tiene que funcionar para el público al que se dirige, porque la creatividad y la comunicación suponen necesariamente un diálogo con su destinatario”.
Para ilustrarlo, eligió una foto que él mismo sacó de un baño de la FADU-UBA, donde en un espacio vacío entre dos mingitorios alguien escribió en los azulejos “¡Maldito Duchamp!”. Se trata de una referencia cultural archiconocida y el público se rió con la ocurrencia, pero Cafaro contó que poco tiempo después el grafiti fue borrado por el personal de limpieza.
“Se ve que otros no entendieron el entonces fracasó el diálogo”, y acotó que quizás “tampoco se habría entendido en un baño de otra facultad que no tenga ningún vínculo con el diseño, como Medicina o Ciencias Económicas”.
Remontándose al pasado, contó que en su primer día de clases en el tro y el afuera, la forma y la contraforma –reflexionó–, pero también podemos decir que lo sustancial siempre queda fuera de la página, en todo lo que no contamos, y que hay que ir a buscar afuera lo más interesante”.
Finalizado el evento, el anfitrión Solano Balderrama anticipó a ARQ que la última charla del año se llevará a cabo, como ya ocurrió otras veces, en algún barrio popular o villa para convocar también a emprendedores de la economía informal, algo que los distingue de otros TEDX en el mundo. “Somos los únicos que vamos a estos lugares”, aseguró.